Santa Cruz de Tenerife, 11 de noviembre de 2025. – Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, el Dr. César Herrera Molina, pediatra y experto en endocrinología infantil de Hospiten Roca, destaca la importancia de la detección precoz de la diabetes infantil como la herramienta más eficaz para mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones graves. El especialista subraya, además, el papel que desempeña la educación sanitaria, la tecnología médica y el acompañamiento psicológico en el control de la enfermedad.
La diabetes infantil, especialmente la tipo 1 -que es de origen autoinmune- destruye las células del páncreas encargadas de producir insulina. Su incidencia está en aumento y requiere una atención temprana y coordinada. El Dr. Herrera recuerda que la formación de las familias, la figura de la enfermería escolar y los avances tecnológicos, como los sensores continuos de glucosa y las bombas de insulina, son factores decisivos para mejorar el control diario de la diabetes y fomentar la autonomía de los niños que la padecen.
A diferencia de la diabetes tipo 2, más común en adultos y relacionada con obesidad y hábitos de vida poco saludables, la tipo 1 puede aparecer a cualquier edad pediátrica, desde lactantes hasta adolescentes.
El pediatra señala que los síntomas iniciales (sed intensa, orinar con frecuencia, aumento del apetito y pérdida de peso inexplicada) deben alertar a padres y educadores, ya que un diagnóstico temprano evita complicaciones graves como la cetoacidosis diabética. “Hoy sabemos que la diabetes tipo 1 no comienza el día en que aparecen los síntomas. Existen estadios presintomáticos que pueden detectarse con análisis específicos, permitiendo un seguimiento estrecho y, en algunos casos, el acceso a tratamientos inmunomoduladores que retrasan la progresión de la enfermedad”, explica.
En el ámbito terapéutico, la tecnología ha supuesto una auténtica revolución. “Los sensores continuos de glucosa y las bombas de insulina han transformado el control de la enfermedad, mejorando notablemente la calidad de vida”, añade el especialista. Muchos de estos dispositivos funcionan ya en sistemas de asa cerrada, ajustando automáticamente la insulina basal según los niveles de glucosa del paciente.
Enfermería escolar y educación, claves en el control infantil
El doctor subraya además la importancia de la enfermería escolar como apoyo esencial en el entorno educativo: “Los colegios deben contar con personal de enfermería formado en el manejo de la diabetes. Aunque la tecnología permite a los padres seguir los niveles de glucemia a distancia, la figura de personal capacitado en el centro escolar es clave para garantizar seguridad y autonomía”.
Asimismo, el especialista destaca que el tratamiento debe ir acompañado de un proceso de autonomía progresiva del menor, que le permita asumir poco a poco la gestión de su enfermedad, adaptada a su edad y siempre con el acompañamiento de su familia y del equipo sanitario.
Apoyo psicológico y hábitos saludables, pilares del bienestar
La salud emocional constituye otro pilar fundamental. “Los niños con diabetes toman decisiones constantes sobre su tratamiento. El estado emocional influye directamente en el control glucémico, por lo que el acompañamiento psicológico y la empatía del equipo sanitario son tan importantes como la medicación”, recuerda el Dr. Herrera.
En cuanto a prevención, el pediatra destaca la necesidad de promover hábitos saludables desde la infancia para reducir los casos de diabetes tipo 2: una alimentación equilibrada y actividad física regular son herramientas clave para prevenir tanto la obesidad como la alteración del metabolismo.
Finalmente, el Dr. Herrera envía un mensaje de reconocimiento a todas las familias que conviven con esta enfermedad: “Quiero felicitar a los niños y familias que cada día afrontan la diabetes con esfuerzo y compromiso. Cuentan con el respaldo de un sistema sanitario que avanza y con una investigación que no se detiene. El futuro traerá nuevas herramientas que harán más fácil convivir con la enfermedad”.