La menopausia lleva consigo un variado grupo de síntomas como sofocos, irritabilidad, insomnio, y sequedad vaginal. En el caso de las mujeres que han padecido cáncer de mama se dan unas circunstancias especiales que hacen que estos síntomas puedan ser todavía peor tolerados.
Cada vez hay más casos diagnosticados en mujeres jóvenes que tras ser sometidas a tratamientos de quimioterapia u hormonoterapia pierden la menstruación y por tanto la influencia de los estrógenos. Por otro lado, al ser un tumor que se asocia a la presencia de estrógenos, cualquiera de las terapias para mejorar los síntomas de la menopausia que contienen esta hormona está muy poco recomendadas.
Uno de los síntomas que más afectan a la calidad de vida, aunque muchas veces pasa desapercibido por vergüenza o desconocimiento es la sequedad vaginal. Se conoce con el nombre de Atrofia o Síndrome Genitourinario de la Menopausia. Comprende varios síntomas causados por la falta de estrógenos como prurito, escozor, ardor, dolor durante las relaciones sexuales e incontinencia urinaria.
La sequedad vaginal, probablemente el síntoma más común de las mujeres en la etapa vital de la menopausia
Llama la atención que, a pesar de ser el más frecuente, es el menos comentado por las mujeres, probablemente porque los síntomas comienzan a notarse en la esfera sexual y, por desgracia, todavía existen muchos tabúes sociales en este sentido. Uno de los síntomas que mejor puede identificar la mujer es el dolor durante las relaciones sexuales (esto puede ocurrir en algunas situaciones, como en la menopausia, tratamientos por cáncer, endometriosis, etc.).
Además de ser el síntoma más frecuente, la sequedad vaginal no mejora espontáneamente. Si no se trata de alguna manera solo evoluciona a peor, haciendo que a la larga se tengan síntomas de escozor y molestias incluso sin tener relaciones sexuales.
Es fundamental que las mujeres sepan que hoy en día tenemos múltiples soluciones para este problema. Y, lo que es más interesante, tenemos múltiples soluciones no hormonales para tratarla. Esto es especialmente importante en el grupo de mujeres tratadas de cáncer de mama.
Dentro de los nuevos tratamientos no hormonales para la sequedad vaginal contamos con una herramienta que está dando muy buenos resultados, con prácticamente ningún efecto secundario y ninguna complicación importante publicada hasta la fecha. Es el tratamiento con láser vaginal.
Tratamiento con láser vaginal
El tratamiento con láser está basado en la estimulación mediante calor de la zona genital afectada. Consigue la activación de la remodelación y de la formación de nuevas fibras de colágeno y sustancias del tejido de sostén pélvico, consiguiendo la regeneración y mejora del tejido de la vagina, vulva y región periuretral.
El resultado final del tratamiento es una mayor vascularización de la zona, un recambio de fibras de colágeno mejorando las condiciones de trofismo y lubricación, fortaleciendo el suelo pélvico.
Actualmente, el uso del láser mejora la turgencia del epitelio, regenera el grosor y maduración de este, lo que facilita una mayor lubricación. El calor del láser en el tejido libera una sustancia llamada “factores de crecimiento” produciendo un nuevo colágeno que mejora la calidad del tejido del canal vaginal.
Se utilizan como procedimientos adicionales o complementarios, el uso de factores de crecimiento proveniente de las plaquetas (PRP), la infiltración de ácido hialurónico o el calentamiento de la zona mediante radiofrecuencia.
Este tratamiento se realiza en consulta y sin anestesia ya que no resulta doloroso para la paciente. Consiste en introducir un terminal cilíndrico en el canal vaginal para aplicar el láser en toda la mucosa. Y su recuperación es muy rápida, únicamente se recomienda a la paciente evitar las relaciones sexuales la semana posterior a aplicarlo. El tratamiento completo consta de 1 a 3 sesiones de 10-15 minutos cada una y se separan en 6 semanas para dar al tejido vaginal la posibilidad de regenerarse y estar en condiciones de recibir una nueva estimulación potenciando así el efecto de la anterior.
En los estudios publicados se demuestra que existe una mejoría importante en los síntomas de sequedad vaginal, dolor con las relaciones sexuales y salud vaginal y que esta mejoría se mantiene alrededor de 12-24 meses. Gracias al láser de última generación creemos que podemos ayudar a muchas mujeres adaptando este tratamiento a las circunstancias de cada una de ellas.
Dra. Mª Dolores Perez-Jaráiz, Ginecóloga de Hospital Universitario Hospiten Rambla