Durante el desarrollo fetal, los testículos descienden gradualmente hasta la bolsa escrotal, que es el saco que contiene los testículos. En general, solo uno de los testículos suele verse afectado, pero en un 10% de los casos se ven afectados ambos.
Cuando el descenso en ese desarrollo fetal resulta incompleto, los testículos pueden ubicarse en la ingle, que es la situación más frecuente; en el alto escrotal o incluso dentro del abdomen.
El testículo no descendido suele detectarse durante el examen rutinario que se les realiza a los bebés después del nacimiento. Es importante llevar los testículos a una posición normal en el escroto para que pueda tener un mejor desarrollo y ser accesible a la palpación para su seguimiento.
Una orquidopexia es el nombre del procedimiento para bajar el testículo y fijarlo en la posición adecuada. Esta intervención consiste en localizar el testículo no descendido y fijarlo a la bolsa escrotal.
La mayoría de las orquidopexias se pueden realizar como una cirugía ambulatoria con anestesia general, lo que permite que el paciente se vaya a casa el mismo día del procedimiento.
En los casos en que no se puede palpar el testículo, podría requerirse una laparoscopia, pero es una situación poco frecuente.
Dr. Eduardo Pérez Etchepare. Cirujano Pediátrico de los Hospitales Universitarios Hospiten Rambla y Sur y Hospiten Roca