La tecnología empleada en la cirugía endoscópica de columna es una técnica de ultra mínima invasión que permite resolver los problemas más frecuentes de los pacientes con dolor lumbar y ciática, más conocidos como problemas de hernia discal, estenosis del canal o dolor lumbar crónico.
Para una de las patologías más comunes, la hernia de disco, se puede emplear la cirugía full endoscópica, un tratamiento poco invasivo que se lleva a cabo realizando una incisión de 1,5 centímetros. Gracias a esta técnica se evita realizar una cirugía tradicional, que se ejecuta con un microscopio y cuya incisión puede alcanzar los 5 o 7 centímetros. En cualquier caso, la elección de la técnica por parte del cirujano se basa en el tipo y grado de la hernia.
La diferencia entre la cirugía endoscópica y la cirugía tradicional con microscopio radica en que es una técnica menos invasiva que permite que el paciente tenga menos riesgos y la recuperación sea más pronta, con menos dolor y sin necesidad de tomar tanta medicación. Del mismo modo, esta técnica permite que el paciente se pueda reincorporar a su vida cotidiana y profesional de manera más rápida.
Otra de las enfermedades de columna más frecuentes es la estenosis del canal, patología habitual en pacientes de edad avanzada y con pluripatologías previas. Uno de sus síntomas más comunes es el dolor en una o ambas piernas y, también, puede producir un bloqueo o “pinzamiento” en la zona del dolor al caminar. Muchos de estos pacientes mayores y que pueden padecer problemas cardíacos o diabetes, por ejemplo, son rechazados por la cirugía tradicional debido a que existe un mayor riesgo quirúrgico. En estos casos se indica la cirugía endoscópica, ya que permite minimizar al máximo el riesgo y garantizar su óptima y rápida recuperación.
Con respecto a la cirugía tradicional normalmente es necesario agregar instrumentación de columna como por ejemplo tornillos y prótesis. Otra de las ventajas con la que cuenta esta nueva técnica endoscópica es que en la mayoría de los casos no es necesario emplear este tipo de instrumentos, con lo cual, se disminuyen los riesgos y también se traduce en disminución de tiempo de recuperación.
Sin embargo, en algunos casos como las fracturas de columna o patologías de espalda con desplazamiento vertebral es necesario implantar tornillos. El procedimiento mínimamente invasivo también nos permite implantar los tornillos a través de incisiones más pequeñas y dañando menos la musculatura del paciente. Emplear esta técnica se traduce del mismo modo, en un proceso de recuperación más rápido, menos doloroso y con menos complicaciones y riesgos.