Hospiten Roca ha puesto en marcha un nuevo quirófano de cirugía láser refractiva para eliminar la falta de vista. ¿Qué implica poder ofrecer un servicio de estas características?
Implica poder ofrecer todas las opciones a la hora de corregir los distintos tipos de falta de vista de los pacientes (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia), además de poder tratar algunas enfermedades de la córnea como cicatrices superficiales o el queratocono.
Hasta ahora realizábamos cirugía refractiva con lentes intraoculares ICL para gente joven y con lentes intraoculares multifocales para pacientes con presbicia y/o cataratas.
Nuestro objetivo es que a partir de ahora los pacientes candidatos a láser también puedan realizarse este procedimiento en el Sur de Gran Canaria, sin la necesidad de tener que desplazarse a Las Palmas o incluso a otras islas.
Para ello hemos instalado el láser Wavelight Refractive Suite, el equipo más avanzado de Alcon que integra la tecnología excimer y de femtosegundo para ofrecer un procedimiento totalmente personalizado. El nuevo dispositivo incluye Wavelight ® Láser Excimer EX500 y WaveLight® FS200 Femtosecond láser de femtosegundo.
Tenemos la percepción de que la corrección de la falta de vista con lente intraocular es menos conocida que el láser, ¿por qué?
Se debe fundamentalmente a que cuando el paciente escucha la palabra láser tiene la percepción de que se trata de una intervención menos invasiva que el implante de una lente intraocular.
La realidad es que ambos procedimientos son muy seguros y rápidos, y que cada paciente se beneficiará más de uno u otro dependiendo de cuánta falta de vista tenga y de las condiciones de su ojo.
¿Las dos opciones solucionan el mismo problema? ¿Qué hace que nos inclinemos por láser o por lente?
Tanto el láser como las lentes intraoculares ICL pueden corregir la miopía, hipermetropía y el astigmatismo, los tipos de falta de vista que se dan en personas menores de 40 años, y se llevan a cabo sin tocar el cristalino.
A partir de los 40 años aparece la presbicia o vista cansada, la cual sólo se puede corregir totalmente mediante cirugía del cristalino con implante de lentes intraoculares multifocales (trifocales o de rango extendido).
¿Qué casos hacen más recomendable el uso de la lente intraocular y qué casos el láser?
Para pacientes de entre 20 y 40 años, con una falta de vista menor de 4-5 dioptrías y con un buen grosor corneal se emplea más comúnmente el láser y en los casos de elevadas dioptrías o bajo grosor corneal optamos por las lentes intraoculares ICL.
En pacientes mayores de 48 años recomendamos las lentes intraoculares multifocales, ya que corrigen todos los tipos de falta de vista incluyendo la presbicia.
¿Cuáles son los pros y contras de cada opción?
El láser actúa sólo a nivel de la superficie ocular, dura en torno a 2 minutos y es una cirugía algo más económica. El implante de lentes ICL es una cirugía intraocular, tarda unos 10 minutos y tiene la ventaja de ser reversible.
Lo realmente importante es que cada técnica es más o menos beneficiosa según las características del paciente y que en la mayoría de los casos se les puede ofrecer una solución a su problema visual. Ambas son muy precisas, tienen una tasa de complicaciones extraordinariamente baja y la recuperación visual se logra en unos días.
¿De qué manera mejora nuestra calidad de vida al someternos a esta intervención?
Los pacientes refieren sentirse muy felices por no tener que depender de sus gafas, mejora su autoestima, les permite nadar sin el peligro de tener complicaciones con el uso de lentillas, les evita que se les empañen las gafas con el uso de las mascarillas, etc.
¿Una vez operados decimos adiós a las gafas y lentillas?
Siempre se le deja claro a los pacientes que la cirugía refractiva no es perfecta y que lo que busca es que el paciente no use gafas o que las use sólo para actividades de mucha precisión visual.
A las personas operadas entre los 20 y 40 años de edad se les explica que es posible que les aumente la miopía pasados unos años tras la cirugía, en cuyo caso se les puede realizar un retoque láser en la mayoría de los casos y que cuando cumplan en torno a los 45 años tendrán que utilizar gafas de lectura por la aparición de la presbicia. Dicha presbicia se puede corregir con la sustitución del cristalino por una lente intraocular multifocal que sería definitiva, aunque es necesario realizar un buen estudio para ver si el paciente reúne las condiciones necesarias.
¿Cuál es el perfil de los pacientes que se someten a esta intervención?
No hay un perfil concreto. La solicitan personas que pasan mucho tiempo usando el ordenador, son muy activas, pertenecen a cuerpos y fuerzas de seguridad, trabajan de cara al público o que simplemente se cansan de tener que depender de sus gafas o lentillas.
¿Se notan los beneficios desde el primer momento o hace falta un tiempo de ajuste tras la intervención?
Siempre hay un período de adaptación tras cualquier tipo de cirugía, pero en el caso de la cirugía refractiva se suele alcanzar una buena visión a los 1 -7 días, pudiendo la mayoría de los pacientes incorporarse a su actividad universitaria o laboral a los 15-20 días de la intervención. En los casos de trabajos muy físicos o para actividades como ir a la playa o nadar se necesitará alrededor de 1 mes. En pacientes operados con lentes intraoculares multifocales el período de adaptación puede llevar más tiempo, por ser algo más complejas y no ser pacientes tan jóvenes, pero el resultado suele ser muy satisfactorio.