El correcto cuidado del cordón evitará que aparezca infección o complicaciones.
Los padres deben saber que en el proceso de secado y caída el cordón va adquiriendo un color negro y cada vez se va haciendo más fino hasta que se desprende. La caída suele producirse normalmente entre el 5º-15º día de vida. Después de la caída, queda una herida que forma una pequeña costra cuya cicatrización se produce entre el 3º-5º día siguiente. La costra que aparece después de la caída del cordón tendrá unos cuidados similares.
Es fundamental que los padres realicen un seguimiento del recién nacido y de su evolución.
- La higiene del cordón debe realizarse de forma diaria junto al aseo utilizando agua y jabón, sin necesidad de utilizar alcohol o cualquier otro producto antiséptico. Salvo en los casos que el pediatra lo indique por alguna razón. Debemos saber que el uso de algún antiséptico no adelantará la caída del cordón.
- Debemos insistir en el correcto secado con una gasa, pues la humedad es el principal factor que retrasa la caída del cordón y puede provocar infecciones. Se debe secar sin friccionar.
- Si se mancha con heces u orina se volverá a realizar el lavado del cordón repitiendo el proceso.
- Dejar caer de forma natural, no intentar arrancarlo aunque esté casi desprendido.
Los signos que indican una posible infección son:
· Mal Olor. (Este es el signo principal)
· Edema o inflamación
· Secreción purulenta
· Enrojecimiento de la piel periumbilical
Si aparecen, los padres deben acudir al especialista que realice una valoración e indique como proseguir.
También es aconsejable que se consulte con pediatra si pasadas tres semanas no se desprenda, que sangre, o que se vea un bulto rosado y húmedo (posible granuloma).
Lo principal para una buena curación del ombligo es mantener la zona limpia, seca y fuera del contacto de líquidos como la orina que pueda infectarlo.