Es habitual la sensación de visión borrosa.
Turbidez a modo de nebulosa.
Intolerancia a luz intensa (fotofobia) con posibles halos alrededor de focos de luz (faros de coches, farolas).
También puede producir percepción alterada de los colores, como si hubieran perdido su intensidad.
En Canarias la incidencia de cataratas es mayor por las horas de exposición solar.