El cáncer de próstata es la tercera causa de muerte por cáncer en el hombre. Ante la sospecha de un tumor de próstata es clave el diagnóstico certero y precoz.
La biopsia transrectal de próstata por fusión es una técnica ambulatoria avanzada que se utilizada para obtener muestras de tejido de la próstata con mayor precisión, especialmente, en aquellos casos en los que hay sospechas de cáncer de próstata. Este procedimiento fusiona las imágenes obtenidas por la resonancia magnética (RM) con la información que nos ofrece la ecografía en tiempo real, generando un modelo prostático virtual.
Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que ofrece grandes ventajas frente a la biopsia tradicional como menos molestias, una pronta recuperación del paciente, no necesita ingreso hospitalario, se disminuye el riesgo de infecciones y complicaciones, así como la precisión en el diagnóstico que es el muy alta.
El primer paso es hacer una resonancia magnética de la próstata, lo que nos proporciona imágenes detalladas de la glándula prostática, incluso de aquellas áreas sospechosas que podrían indicar la presencia de tumores.
A las imágenes obtenidas en la ecografía transrectal a tiempo real, se superponen las imágenes de la resonancia magnética, lo que ayuda a tener un mapa virtual de la próstata. En el momento de la biopsia, la sonda ecográfica transrectal sirve de guía de las agujas de biopsia hacia las áreas específicas de la próstata sospechosas de lesiones malignas.
Se toman muestras de tejido de las zonas identificadas como sospechosas en la resonancia magnética. Muestras que se envían al laboratorio para su correspondiente análisis patológico.
La biopsia prostática de fusión es mucho más precisa para la detección de cáncer de próstata que las biopsias convencionales. Al guiar las agujas hacia las áreas específicas sospechosas de la presencia de tumores, se pueden extraer muestras de tejido más representativas, algo que ayuda a mejorar la precisión en el diagnóstico y el posterior tratamiento.