Con motivo del mes de la salud masculina, que se conmemora a lo largo de noviembre, el Grupo Hospiten destaca la importancia de la prevención para la salud de los hombres, con el objetivo de concienciar acerca de la necesidad de cuidarse y de realizar revisiones periódicas para la detección precoz de enfermedades como el cáncer de próstata.
En este sentido, el doctor Guillermo Conde, especialista en Urología y Andrología de Hospiten, recuerda que este tipo de cáncer es el más frecuente en los hombres y el tercero con más casos de muerte, aunque sostiene que no hay que olvidar otros problemas cada vez más frecuentes, como el cáncer de vejiga o de riñón. Por ello, anima a los varones a “normalizar las visitas periódicas al urólogo, al igual que la mujer ha incorporado los chequeos ginecológicos como parte de la promoción de su salud”.
El doctor Conde apunta que “el 90 por ciento de los casos de cáncer de próstata se puede detectar a tiempo con las medidas de prevención adecuadas”. Sin embargo, lamenta que “para la gran mayoría de hombres, acudir a hacerse una revisión sigue siendo una asignatura pendiente”. Sobre los motivos, apunta que “no es cuestión de falta de tratamientos efectivos o de que estos sean muy complejos, sino de que los varones siguen manteniendo viejos tabúes debidos a falsos mitos, una mala comunicación o a la confusión con los síntomas”.
Acudir al urólogo a la primera molestia
Aunque generalmente se recomienda llevar a cabo la primera revisión a los 45 años -salvo que existan antecedentes familiares, en cuyo caso el chequeo debe realizarse antes de cumplir los 40-, desde Hospiten insisten en que, independientemente de la edad, hay que visitar la consulta del urólogo ante la primera molestia que se detecte (por ejemplo, dificultad miccional, necesidad frecuente de orinar, dolor o sangrado).
Entre las afecciones de la próstata que se producen con frecuencia en los hombres mayores de 50 años, además de los procesos cancerígenos, destaca el crecimiento benigno de la próstata, que consiste en el aumento de su tamaño. Se trata de un problema que aparece progresivamente con la edad, siendo superior al 50% en varones de 60 años y alcanzando el 90% entre los hombres de 85 años.
El crecimiento benigno de la próstata suele tratarse con medicación, aunque, en los casos en los que no se responde al tratamiento, se recurre a la cirugía. No obstante, el doctor Guillermo Conde explica que “afortunadamente, en la actualidad existen tratamientos mínimamente invasivos, como la vaporización prostática con Láser Verde o la enucleación Holep (láser Holmium), que facilita una recuperación muy rápida, con un ingreso hospitalario corto, y evita los temidos efectos adversos que puede originar la cirugía convencional de la próstata”.