Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de más de 200 virus relacionados y algunos de estos se transmiten por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Se estima que entre el 80 y el 90% de la población sexualmente activa contraerá la infección en algún momento de su vida. La doctora Mariela Navarro, ginecóloga del Hospital Universitario Hospiten Rambla recuerda que “existen dos grupos de transmisión sexual: de riesgo bajo y de riego alto, con relación a la probabilidad de producir cáncer o no. Las infecciones por VPH de alto riesgo cursan de forma asintomática, por lo que cobra especial importancia realizar los estudios ginecológicos regulares a través de la toma de citología cervical y/o detección viral con PCR para VPH”.
La especialista en ginecología insiste en que “tanto los hombres como las mujeres se pueden infectar de VPH y desarrollar cánceres a raíz de esta infección como el de cuello uterino, el de orofaringe, de ano, de pene, de vagina o de vulva”.
La vacunación es eficaz especialmente si no se ha producido la infección y esto solo puede asegurarse cuando aún no se han iniciado las relaciones sexuales. “Por esta razón, son los preadolescentes y adolescentes los que potencialmente resultarán más beneficiados de los efectos preventivos de la vacuna”, señala el doctor Federico Gentile, pediatra de Hospital Universitario Hospiten Rambla.
En los varones, cada vez es más frecuente el desarrollo de cáncer genital a causa del VPH y de tumores malignos de garganta, que son en su mayoría causados por estos virus y afectan más a hombres que a mujeres. Son personas de especial vulnerabilidad aquellos hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, con un mayor riesgo de padecer la infección y los tumores secundarios al VPH. En este sentido, algunas comunidades autónomas han desarrollado programas específicos que financian su vacunación.
En términos generales, la vacunación contra el VPH está incluida en los calendarios de todas las comunidades autónomas españolas, pero solo para las chicas, administrándose en la mayoría de los casos a los 12 años de edad. La pauta completa consta de 2 o 3 dosis, según la edad de inicio, y se finaliza en 6 meses. Los efectos secundarios suelen ser leves, como dolor o enrojecimiento en la zona de la inyección y en alguna ocasión puede presentarse fiebre (en estos casos se administrará paracetamol o ibuprofeno).
Actualmente en España existen tres vacunas para hacer frente al Virus del Papiloma Humano, las cuales protegen contra los dos principales tipos de papilomavirus que con mayor frecuencia pueden causar cáncer: la Vacuna bivalente (Cervarix®), la Vacuna polivalente (Gardasil®) y la Vacuna polivalente (Gardasil 9®). Esta última amplía esta protección al incluir nuevos tipos virales, llegando, al menos, a un 90% de cobertura y protegiendo también contra la infección por los papilomavirus que causan las verrugas genitales benignas.
No obstante, aunque se haya recibido la pauta completa de vacunación, es importante seguir manteniendo las precauciones adecuadas para evitar el contagio de otras infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados.