Hospiten indica que la prevalencia de la hipertensión arterial en la infancia y adolescencia está aumentando considerablemente en relación con la alarmante prevalencia de obesidad y el síndrome metabólico. Así lo afirma el pediatra y especialista en nefrología infantil del Hospital Universitario Hospiten Rambla, Federico Gentile, que explica que “la hipertensión arterial puede comenzar en la infancia y la adolescencia, como consecuencia de una predisposición genética o bien por hábitos de vida poco saludables, a pesar de que durante muchos años esta patología estuvo considerada como exclusiva de los adultos”.
Según la definición de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión, también conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta que lleva a dañarlos. Cuanto más alta sea, más alto será el esfuerzo que realizará el corazón para bombear. En este caso, la presión arterial en pediatría es un aspecto muy variable que varía según el sexo y que puede aumentar con la edad, por lo que es necesario concientizar a la población sobre la importancia de realizar controles de la presión arterial en edades tempranas con el objetivo de permitir el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno.
El doctor Gentile afirma que “la mayoría de los casos de hipertensión arterial (HTA) en población pediátrica suelen ser consecuencia de una patología subyacente. Mientras que sigue siendo una patología excepcional en lactantes y niños pequeños. Es fundamental que a partir de los 3 años se tome la tensión arterial al menos una vez al año.
Actualmente se emplean como valores de referencia de la presión arterial los aportados en las tablas de la Task Force for Blood Pressure in Children, publicada en 2004, y que establece percentiles de valores de PA por edad y sexo y los relaciona con percentiles de talla. Esto permite tener unos datos que observar cuando se hacen las mediciones al niño o niña, de forma que se pueda diagnosticar la HTA de forma rápida y precisa.
Los datos disponibles sugieren que en España el 2% de la población pediátrica presenta hipertensión. La sufren el 70% de los niños frente al 30% de las niñas, desproporción que podría estar relacionada por las diferencias hormonales. A esta realidad se suma la alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular asociados, como sedentarismo, obesidad, una dieta mal equilibrada con consumo excesivo de sal, tabaquismo y abuso de alcohol en la población pediátrica.
Importancia de los controles pediátricos
El diagnóstico de HTA debe basarse en, al menos, tres mediciones realizadas en la consulta en diferentes ocasiones, con el niño en posición erguida, tras un reposo de al menos cinco minutos y el brazo apoyado de manera que la fosa antecubital esté a la altura del corazón. El brazo derecho es el más adecuado para las mediciones, para evitar lecturas falsamente bajas en casos de coartación de aorta. La elección de un manguito adecuado es fundamental, pues un manguito demasiado grande infraestimará los valores, mientras que uno demasiado pequeño los sobrestimará.
Una vez que se ha diagnosticado en el menor un caso de Hipertensión Arterial debe valorarse también la presencia de lesión en un órgano diana, originada por la persistencia de cifras tensionales elevadas. Estos órganos son el corazón, el riñón y los ojos. Para averiguar si existe daño se debe realizar una ecocardiografía para descartar hipertrofia del ventrículo izquierdo (HVI), una analítica avanzada de orina para descartar la excreción de albuminuria o el deterioro renal y un examen ocular exhaustivo que descarte la retinopatía hipertensiva.
El tratamiento de la hipertensión en menores tiene un abordaje no farmacológico, basado en modificaciones del estilo de vida, como la dieta saludable (frutas y verduras), pérdida de peso, mayor ejercicio físico o la reducción de factores de estrés, y otro farmacológico.
En la elección del fármaco es muy importante valorar las contraindicaciones de cada uno con relación a la comorbilidad de cada paciente. Una vez controladas las cifras tensionales, en la mayoría de los pacientes se debe realizar un seguimiento a largo plazo, siendo para ello de gran utilidad el registro domiciliario de la presión arterial.
El 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, fecha para reafirmar la importancia del control periódico de la presión arterial y la promoción de hábitos de vida que ayuden a prevenirla y lograr el control de la enfermedad.