La principal característica de las prótesis unicompartimentales es que sustituyen solo una parte de la articulación de la rodilla, en comparación con las prótesis totales de rodilla. De esta manera se puede sustituir, en muchos casos, únicamente aquellas partes de la rodilla que se encuentran en mal estado, manteniendo el resto de la rodilla sana.
La ventaja fundamental de este tipo de prótesis es que se hace el menor daño posible al realizar la operación para colocarla, manteniendo la práctica totalidad de los ligamentos de la rodilla. Mantener los ligamentos en una operación de rodilla mejora sustancialmente la movilidad de la articulación y la estabilidad del paciente después de la cirugía.
Este tipo de procedimiento se suele utilizar principalmente cuando existe un problema localizado de artrosis, pudiendo aliviar sustancialmente el dolor y volver a las actividades diarias (nadar, caminar, hacer ejercicio, etc.).
Este tipo de intervención quirúrgica, con respecto a la convencional, presenta una incisión más pequeña y mantiene, como hemos dicho, los ligamentos, el menisco y los cartílagos de las zonas no lesionadas, lo que permite un menor tiempo de ingreso hospitalario y de recuperación. También, al ser una operación menos invasiva, disminuye el dolor postoperatorio del paciente y el sangrado, así como la vuelta a una movilidad más parecida a la existente previa a la operación.
Al mantener gran parte del material óseo de la rodilla, la sensación del paciente es más parecida a la rodilla que tenía antes de la operación y todo ese hueso permite realizar operaciones posteriores si fuera necesario de manera más sencilla para arreglar otros problemas.
En cuanto a la duración de la prótesis unicompartimental, es prácticamente igual a la de una prótesis total de rodilla, si está correctamente realizada.
Prótesis “resurfacing” o de superficie
La artroplastia de superficie, “hip resurfacing” o recubrimiento total de cadera es una alternativa a la sustitución total de cadera convencional, la gran ventaja de esta técnica es que mantiene la mayor parte del hueso del paciente ofreciendo, sobre todo en pacientes jóvenes, unos mejores resultados a largo plazo.
Las prótesis de superficie son las que más hueso conservan ya que sólo sustituyen la cabeza del fémur anclándose con un vástago al cuello fémur y en el otro extremo, la cuenca, se moldea la forma del hueso para cubrirla con una prótesis metálica. En la actualidad, debido a la investigación de materiales, el desgaste de estas prótesis es muy bajo por lo que su durabilidad es muy alta, aunque el paciente mantenga una gran actividad física.
Otra de las ventajas de este tipo de prótesis es la reducción del grado de incidencia de las luxaciones, todo lo anterior permite decir que son adecuadas para muchos pacientes con artrosis, luxación congénita de cadera o algunos casos de displasia siempre que el paciente disponga de buena densidad ósea.
Las prótesis de superficie son las que mayor grado de movilidad otorgan y permiten en la mayoría de los casos la misma actividad física que antes de la operación incluso en pacientes jóvenes con deportes de cierto impacto o profesiones con altos requerimientos físicos como bomberos, policías, etc.