¿Qué es la colonoscopia?
La colonoscopia es una exploración que permite visualizar todo el intestino grueso y la parte final del intestino delgado (íleon terminal), utilizando un tubo flexible que se introduce a través del ano.
Durante la colonoscopia pueden tomar pequeñas muestras de mucosa (biopsias) y en caso de detectar pólipos, pueden ser extirpados usando un sistema eléctrico, para su posterior análisis al microscopio. Además, pueden administrarse sustancias esclerosantes u otros métodos de coagulación para el tratamiento de lesiones sangrantes.
Ninguno de estos procedimientos adicionales suele provocar dolor, ya que la mucosa del intestino grueso no tiene terminaciones nerviosas sensitivas.
¿Cuándo está indicada la colonoscopia?
La colonoscopia es la prueba idónea que se realiza de manera rutinaria para el diagnóstico precoz del cáncer de colon.
Además, su médico podrá indicarla cuando existan otros síntomas como:
- Dolor abdominal, cambio en el ritmo deposicional o pérdida de peso.
- Anemia ferropénica
- Sangre en las heces o heces negras o alquitranosas.
- Seguimiento de una afección detectada previamente, como pólipos o cáncer de colon.
- Enfermedad intestinal inflamatoria (colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn).
- Antecedentes familiares de cáncer de colon.
- Diverticulitis aguda, una vez pasada la fase aguda de la inflamación
¿Cómo se realiza la colonoscopia?
La colonoscopia es realizada por un médico especialista en Aparato Digestivo, con la ayuda del personal de enfermería.
Para realizar la colonoscopia se administra previamente a la analgésicos y sedantes o anestesia, para que no resulte dolorosa. El tiempo aproximado de la exploración es de 30 minutos.
Al finalizar, se puede experimentar molestias abdominales y sensación de presión abdominal, con necesidad de evacuar. Estas molestias son banales y se resuelven en un periodo corto de tiempo.
Si al realizar la exploración se encuentran lesiones sospechosas como pólipos te toman muestras pequeñas o se extirpan en su totalidad, para el posterior análisis al microscopio.
¿Cuál es la preparación previa a la colonoscopia?
La limpieza del colon previa a la colonoscopia es un factor de gran importancia. Un colon que no esté del todo limpio no podrá ser explorado por el médico de forma adecuada.
Se le entregará por escrito las instrucciones respecto al tipo de alimentación que debe llevar previamente a la prueba, así como el producto evacuante que debe tomar para limpiar el colon.
Las personas que toman de modo habitual medicamentos anticoagulantes o antiagregantes deben comunicarlo a su especialista o su médico de familia para que le indiquen qué debe hacer con esta medicación los días previos a la colonoscopia.
El día de la exploración deben venir acompañados de otra persona mayor de edad, ya que después de la prueba no podrá conducir ni trabajar, al estar el efecto de la medicación sedante o anestesia que se la habrá administrado.
Posibles riesgos tras la colonoscopia
Las complicaciones son raras, se presentan en menos de una por cada 1.000 exploraciones, pero pueden requerir un tratamiento urgente e incluso una intervención quirúrgica. Estos riesgos son algo más altos cuando la colonoscopia se utiliza con aplicación terapéutica (extirpación de pólipos, dilatación de estenosis, etc.).
Las complicaciones que pueden surgir son: distensión del abdomen, dolor, hipotensión, flebitis, reacciones alérgicas, infección, aspiración bronquial, hemorragia, perforación y parada cardiorrespiratoria.
Debe informar a los médicos del Servicio de Digestivo en el caso de presentar dolor abdominal importante, acompañado de fiebre o de hemorragia rectal, en las horas o días posteriores a la colonoscopia.