Hospiten conmemora el Día Internacional de las Personas Sordas recordando que los usuarios sordos tienen a su disposición la posibilidad de acceder a la Consulta Accesible de Lengua de Signos Española (LSE), que promueve el acceso a los servicios de salud en igualdad de condiciones para todos los pacientes.
La Consulta LSE de Hospiten cuenta con un grupo de profesionales sanitarios sordos o CODA (“Child of Deaf Adult”, hijos oyentes de padres sordos) competentes en Lengua de Signos Española, que permite una atención inclusiva, un trato cercano, consciente y respetuoso con la cultura y la identidad sorda. Este proyecto, liderado por el profesor Manuel Maynar, Jefe del Servicio de Diagnóstico y Terapéutica Endoluminal/Endovascular de Hospiten, pionero a nivel nacional, se puso en marcha en el Hospital Universitario Hospiten Rambla con el fin de eliminar las barreras comunicativas y atender en su propia lengua (LSE) las necesidades diversas de la población con discapacidad auditiva.
La médica Aleida Castro forma parte del equipo de profesionales de la Consulta Accesible de Hospiten, que permite al usuario un diagnóstico, su tratamiento y seguimiento de forma más fiable y eficaz, además de respetar el derecho a la intimidad del enfermo, que no tiene que acudir a consulta acompañado de familiares, amigos o de un intérprete de Lengua de Signos (ILSE).
“Desde el equipo de la Consulta Accesible, queremos recordar las palabras de King Jordan de la Universidad Gallaudet: Deaf people can do anything hearing people can do except hear / Una persona sorda puede hacer cualquier cosa igual que una oyente excepto oír. Las personas sordas podemos ser médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería. Podemos trabajar en entornos sanitarios”, señala la doctora.
Asimismo, recuerda que en la celebración del Día Internacional de la Salud, el pasado 12 de abril, la Confederación Nacional de las Personas Sordas de España, realizó un comunicado en el que subrayaba que las barreras comunicativas a las que se enfrentan las personas sordas durante su acceso y atención sanitaria a menudo se traducen en diagnósticos erróneos o en escaso cumplimiento de los tratamientos pautados por el facultativo. En este manifiesto se reivindica el derecho de las personas sordas a la prevención y el cuidado de su salud en su lengua propia, y el derecho a ser autónomos e independientes.
Además de una adecuada comunicación, “se hace necesario unos conocimientos básicos sobre la comunidad sorda, su diversidad, su cultura y sus características sociodemográficas; para poder prestar una atención sanitaria adecuada”, afirma Castro.
Es esencial contar con personas sordas en el desarrollo de estrategias de accesibilidad sanitaria y garantizar la presencia de intérpretes y video intérpretes de Lengua de Signos en los entornos sanitarios. La comunicación entre médico y paciente se traduce en una correcta asistencia sanitaria, proceso diagnóstico y adherencia terapéutica. Gracias a la existencia de bucles magnéticos, personal sanitario signante nativo y otras adaptaciones dispuestas se genera un clima de mayor empatía y confianza, facilitando la comunicación entre ambos sin ningún intermediario.