A la hora de elegir una carrera profesional no elegí Enfermería de primeras. De hecho, estuve 3 años haciendo otra carrera, pero no me hacía feliz y decidí cambiarme. El destino me llevó a realizar la profesión más bonita del mundo, “Ser Enfermera”.
Para mí la carrera de Enfermería tiene mucho de vocación y mucho de VIDA. Ejerzo mi profesión con orgullo y dedicación, e intento cada día tener presente esta frase que una amiga me dijo una vez: “la gente que ama lo que hace consigue la excelencia en todo lo que se propone”.
Cuidar a alguien que se encuentra vulnerable la mayoría de las veces es complicado, pero es justo en ese instante cuando descubres la esperanza, la fuerza y el espíritu humano. Y estos sentimientos y emociones me resultan mágicos. Nosotros estamos al lado de nuestros pacientes a cualquier hora del día, velamos por su salud, por su seguridad, por sus cuidados, por sus sentimientos, logramos que confíen en nosotros, curamos y aliviamos, damos amor, damos sonrisas, damos cariño, y todo esto a cambio de las gracias de nuestros pacientes. Me parece maravilloso.
A lo largo de mis años profesionales me he tenido que enfrentar, y me seguiré enfrentando, a situaciones muy difíciles, pero sé que al final ayudo a otras personas y esto hace que valga la pena.
En esta pandemia he palpado el verdadero valor de nuestra profesión y estoy enormemente orgullosa de todos mis compañeros. Es muy importante visualizar nuestro trabajo y que la sociedad nos lo reconozca más allá del estereotipo de ayudantes de los médicos, ya que tenemos nuestro propio rol y éste traspasa esa línea entre paciente y profesional.
En este Día de la Enfermería quiero dar las gracias en especial a nuestro equipo de Enfermería en Hospiten por su buen hacer diario, dedicación e implicación para que todos nuestros pacientes reciban los mejores cuidados.
María Gallardo
Directora de Enfermería Hospiten Estepona