Si estás pensando en operarte de la vista, en especial de cataratas o problemas de refracción, puede que hayas oído hablar de los diferentes tipos de lentes que existen en la actualidad. En este post te explicamos qué ventajas y problemas solucionan.
Qué son las lentes intraoculares
Las lentes intraoculares son lentes artificiales diseñadas para ser biocompatibles con el ojo humano, que se implantan mediante cirugía y sirven para corregir defectos de la vista.
También nombradas como LIO, las lentes oculares tienen dos grandes grupos de clasificación según su relación con el cristalino:
- Lente intraocular fáquica: aquellas que se insertan sin quitar el cristalino
- Lente intraocular pseudofáquicas: para su implantación es necesario retirar el cristalino. (Son el tipo de lente que se usa en la cirugía de cataratas)
Estas lentes se insertan en el ojo del paciente a través de cirugía ambulatoria, asistida con anestesia local. Es un procedimiento indoloro y ambulatorio, por tanto no requiere hospitalización y la intervención suele durar menos de una hora.
Tipo de lentes intraoculares
Existen muchas clasificaciones diferentes para las tipologías de lentes intraoculares que están disponibles actualmente.
- Lentes intraoculares fáquicas. También reciben el nombre de Lentes ICL o Lentes de Colámero Implantables. Son lentes adecuadas para tratar el astigmatismo, la miopía e hipermetropía.
Son recomendadas en pacientes cuya edad oscila entre los 21 y los 60 años. Este procedimiento no genera ojo seco, y su composición a base de polímero y colágeno les confiere una gran flexibilidad y capacidad de adaptación.
Para optar a este tipo de cirugía se debe padecer miopía de -0,5D a -18D, o hipermetropía de +0,5D a +10D o astigmatismo entre 0,5D y 0,6D. Además, el paciente debe tener una graduación estable, sin cambios de más de 0,5D en los últimos 12 meses.
- Lentes intraoculares pseudofáquicas:
- Monofocales: Las lentes intraoculares pseudofáquicas monofocales sustituyen al cristalino y corrigen la visión de lejos. Son adecuadas para ver correctamente desde 2 metros de distancia hasta el horizonte. Se usan con frecuencia en pacientes de cataratas que tras la operación seguirán usando gafas de cerca.
- Bifocales: Las lentes intraoculares pseudofáquicas generan una buena visión de lejos y de cerca, pero la visión intermedia no recupera nitidez. Como el resto de lentes pseudofáquicas sirven para corregir las cataratas.
- Trifocales: Las lentes intraoculares pseudofáquicas trifocales permiten una visión óptima en las tres distancias: cerca, intermedia y lejana. Además de solucionar la pérdida de visión por las cataratas.
Problemas de las lentes intraoculares
Halos
Tras la intervención para incorporar lentes ICL o lentes pseudofáquicas pueden aparecer halos en la visión. Es un efecto que se va reduciendo con el paso del tiempo, pero puede resultar molesto en las primeras semanas o meses tras la intervención.
Recuperación quirúrgica
Toda intervención cuenta con ciertos riesgos asociados. Es cierto que la cirugía para la colocación de lentes intraoculares es un procedimiento frecuente y bastante seguro, pero en un bajo porcentaje pueden producirse infecciones o complicaciones derivadas de la operación.
Incompatibilidad con ciertas afecciones
Ciertas dolencias o enfermedades como la uveítis o irregularidades en la morfología de la cámara posterior del ojo son factores incompatibles con estas cirugías.
Ojo seco
En el caso de las lentes intraoculares fáquicas es posible que aparezcan síntomas vinculados al ojo seco. Aunque se corrigen con el uso de lágrimas artificiales, este inconveniente debe ser valorado en casos donde la pérdida de visión no es demasiado elevada.
Inflamación de córnea
La inflamación de la córnea es algo corriente en los pacientes de cirugías de lentes intraoculares, especialmente si han sido intervenidos anteriormente de cirugías oculares, o si han sufrido pérdida de células endoteliales o distrofia corneal.
Si la córnea estaba sana antes de la intervención la inflamación debe remitir en uno o dos días.
Presión intraocular
En ocasiones, tras un procedimiento de este tipo puede incrementarse la presión intraocular de forma puntual. Esta manifestación suele desaparecer pasadas 6 horas desde el final de la intervención.
Pese a todos estos problemas que pueden venir asociados a la incorporación de lentes intraoculares, es necesario señalar que las complicaciones en este tipo de intervenciones se sitúan por debajo del 5% de los casos.
Reacción a la anestesia tópica
Ciertas personas pueden tener reacciones adversas a la anestesia. Esto no está vinculado al tipo de anestesia que se aplica en estas intervenciones, sino a una respuesta del cuerpo ante agentes externos.
Tal y como sucede con cualquier sustancia, su exposición puede generar una respuesta adversa inesperada.
Intervención: preparación y cuidados
La intervención para insertar lentes intraoculares es sencilla y ambulatoria, tal y como hemos comentado con anterioridad. Por ello, sólo es necesario acudir a la cita con acompañamiento para que ayude al paciente en las primeras horas tras la cirugía.
Posteriormente, los cuidados postoperatorios son sencillos y se pueden resumir en:
- aplicación de las gotas antibióticas y antiinflamatorias recetadas
- asistencia a las revisiones pautadas
- evitar sumergir la cabeza en agua de piscina o jacuzzi
- no generar presión ni frotar el ojo intervenido
- no aplicar maquillaje en la zona los días siguientes a la cirugía
- proteger la vista a la exposición solar con gafas oscuras
Las posibles complicaciones y efectos secundarios de la incorporación de lentes intraoculares ocupan un porcentaje muy bajo de incidencia frente a las ventajas de recuperar una visión nítida.