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Por un suelo pélvico fuerte

Publicado el 09-08-2022

La edad, los embarazos o el parto son algunos de los causantes de la debilidad del suelo pélvico, un conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y nervios que funcionan como una estructura que permite el soporte de los órganos pélvicos, el útero, la vagina, la vejiga urinaria, la uretra y el recto.

Mantenerlo fuerte es importante para prevenir pérdidas de orina, prolapsos genitales e incluso molestias en las relaciones sexuales, por lo que Ana Valverde, supervisora de Fisioterapia de Hospiten, recomienda la práctica regular de dos tipos de ejercicios fundamentales para mantenerlo en óptimas condiciones: los ejercicios de Kegel y los que fortalecen el core.

La especialista nos recuerda además que Hospiten cuenta con unidades específicas para su tratamiento, dando respuesta a las patologías asociadas y mejorando la calidad de vida de los pacientes que las sufren.

 

Ejercicios de Kegel

En una postura cómoda, donde estés sentada y relajada, intenta contraer el suelo pélvico y contráelo hacia arriba, manteniendo durante diez segundos para después relajar completamente. Lo ideal es realizar este ejercicio en series de diez repeticiones durante mínimo, tres veces al día.

 

Ejercicios para fortalecer el core

Para fortalecer la musculatura del core o transverso inferior del abdomen, sitúate tumbada boca arriba en una postura relajada. Coge aire, al espirar hunde mucho el ombligo y trae una rodilla hacia ti. Coge aire, volviendo la pierna al suelo.

En la misma postura, sube las piernas y mantente en “table top” con caderas, rodillas y tobillos en flexión de 90 grados.

A continuación, inhala y al soltar el aire, aprieta fuerte el ombligo y estira una rodilla. Coge aire volviendo a doblarla y alterna este ejercicio realizándolo con ambas piernas.

Aún tumbada boca arriba, extiende la rodilla y realiza flexión de tobillo, punta y talón. Haz cinco repeticiones y después haz otras cinco, pero esta vez realizando círculos con los tobillos y manteniendo las piernas en el aire.

Para terminar, y partiendo con una pierna estirada, al soltar el aire sube fuerte la pierna, coge aire y bájala. Alterna este ejercicio realizándolo con cada pierna.