Si eres amante del tenis, seguro que estarás al tanto de que en el ámbito profesional de este deporte hay una tendencia creciente de lesiones. Y es que no es raro ver que deportistas de la talla de Rafa Nadal o Andy Murray se lesionen durante la temporada de juego e incluso, deban suspender su participación en ella.
Pero, ¿por qué el tenis es un deporte tan lesivo? Jez Green, fisioterapeuta de Andy Murray, aseguró hace tiempo que “el cuerpo humano no está hecho para correr lateralmente durante tres horas, apoyando fuertemente en un lado y en otro y cambiando de ritmo. Los ligamentos se dañan gravemente”, y añadió que “los hombros y las muñecas tienen que amortiguar servicios a más de 200 kilómetros por hora con efecto”.
Puede que tenga razón, y se trate de que el cuerpo humano no esté hecho para practicarlo, pero lo que sí sabemos es que existen algunas lesiones muy comunes en este deporte.
Una de ellas es la tendinopatía en el epicóndilo o codo de tenista, que son pequeños microtraumatismos en la parte externa del codo por el movimiento mecánico que se produce cuando golpeamos la pelota. Esta patología, suele darse con mayor frecuencia en aquellos que están empezando a practicar este deporte.
El hombro se lesiona por los golpes que continuamente se dan con la raqueta a la pelota y también lo hacen las rodillas. ¿Por qué? porque para golpear no solo se necesita tener unos brazos fuertes, sino mucha estabilidad en las piernas para mantener la postura y correr por la pista, y los cambios de ritmo y las exigencias a las que se las somete pueden resentirlas a largo plazo.
Otra lesión muy común es la tendinopatía en el rotuliano y en el tendón de Aquiles en el talón. Implicarlos durante horas en sprints, cambios de ritmo en el juego y carreras hace que inevitablemente a la larga sufran e incluso, puedan dañarse.
Prevención, la clave del éxito
Evitar todas esto es posible, tal y como asegura Ana Valderde, supervisora de Fisioterapia de Hospiten, quien recomienda un entrenamiento básico para mimar las zonas del cuerpo del tenista que están más implicadas en el juego.
Una buena forma de fortalecer el tendón rotuliano es realizando sentadillas, y por ello la especialista especifica que lo ideal es que, manteniendo una buena postura con las piernas alineadas, se realicen 20 repeticiones repartidas en tres series.
A continuación, propone continuar con ejercicios isométricos frente a la pared para contraer los músculos de los cuádriceps, aguantando 10 segundos y haciendo tres repeticiones.
¿Cómo se debe entrenar la zancada? con ejercicios de propiocepción, donde se entrenará el equilibrio aterrizando el pie en diferentes ángulos (hacia delante, hacia un lado…) y realizando diez repeticiones con cada pierna.
El entrenamiento continúa con un buen estiramiento del cuádriceps, reforzando el estiramiento del recto anterior y para el tendón de Aquiles se han de realizar puntillas. ¿Cuál es la forma correcta? con pies bien alineados y abiertos hacia los lados para subir muy rápido y bajar despacio. De este ejercicio se realizarán 20 repeticiones y tres series en cada postura.
Trabajar también el equilibrio o la propiocepción es importante, haciendo apoyo sobre un pie con la rodilla estirada y realizando movimientos de raqueta para distraernos y provocar la pérdida de estabilidad. Lo ideal es aguantar de tres a cinco minutos con cada pie.
Para finalizar esta rutina y estirar bien la zona del tendón de Aquiles, Ana Valverde indica que lo ideal es flexionar y extender la pierna, dejando el pie atrás.