Tras el verano es recomendable acudir al dermatólogo para revisar las manchas que aparecen tras una exposición solar prolongada durante la época estival. Una forma de prevenir y reparar lo antes posible el daño.
El mejor momento para acudir a la revisión de las manchas es en otoño-invierno para poder diagnosticar el tipo de mancha a tratar y decidir su correcto tratamiento. En esta época del año, la piel está menos bronceada y el riesgo de exponerse al sol tras el tratamiento es más bajo. Incluso es recomendable acudir antes por si la piel requiere de una preparación previa con productos despigmentantes que logren mejorar los resultados del tratamiento.
Existen diversos tipos de manchas solares y cada una tiene su mecanismo de formación, aunque la mayoría tienen como origen una excesiva exposición a la radiación ultravioleta, que hace que nuestro cuerpo genere un exceso de pigmento, la melanina.
Sin duda, la mejor solución para este tipo de manchas es la prevención, haciendo uso de fotoprotectores con filtros solares superior al 30 que contribuyen a evitar su aparición.
Tipos de manchas y tratamientos
Entre las manchas solares se encuentran los léntigos, manchas marrones con bordes irregulares y coloración desigual que normalmente se describen como pecas grandes. Se localizan fundamentalmente en los brazos, las manos, la cara, el escote y hombros. La mejor alternativa serán los láseres o luz pulsada, que además estimulan la formación de colágeno y, por tanto, rejuvenecen la piel.
Otro tipo de manchas son las de melasma, de color castaño oscuro, que se localizan fundamentalmente en la cara, siguiendo patrones simétricos. Aunque su origen es de componente genético u hormonal, el sol consigue agravar su apariencia.
En este caso, el tratamiento más adecuado implica combinar despigmentantes junto con peelings y, en algunas ocasiones, láseres que renueven la piel, y ayuden a unificar el tono de esta, teniendo en cuenta que este tipo de manchas tienen una evolución más crónica.
De igual forma, la piel después del verano estará más deshidratada, por lo que la desde la Unidad de Dermatología Cosmética recomendamos aplicar Mesoterapia, un tratamiento que consiste en mini-inyecciones de ácido hialurónico, vitaminas y aminoácidos para nutrir la piel y permitir que se regenere.
Dra. Lucía Pimentel. Dermatóloga y Jefa de la Unidad de Dermatología Cosmética y Láser Cutáneo del Hospital Univeristario Hospiten Rambla