El ronquido en un niño es indicador de la existencia de una dificultad en el paso de aire por el espacio nasal y faríngeo. El ronquido altera el patrón del sueño y priva al niño de un descanso adecuado.
Por otro lado, la apnea obstructiva son pausas de la respiración durante el sueño, que duran generalmente más de 5 ó 10 segundos. Cuando se produce la apnea hay algo en la nariz o garganta que impide el paso del aire durante la respiración.
Si su hijo tiene una apnea obstructiva observará que varias veces durante la noche deja de respirar, sin embargo el trabajo respiratorio del tórax continúa en un intento de vencer la obstrucción.
Un menor que tiene una apnea obstructiva generalmente ronca durante el sueño, pero no todos los niños que roncan tienen apnea obstructiva.
¿Por qué no debemos permanecer resignados ante una apnea obstructiva?
Cuando la apnea obstructiva es severa hay un déficit de oxígeno en la sangre que conlleva problemas cardiacos, y otros trastornos de la salud como retraso del desarrollo, y crecimiento de los niños.
Apneas menos severas, causan alteraciones en el sueño con somnolencia diurna y retraso escolar.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento del ronquido y la apnea obstructiva va destinado a corregir las causas que lo producen. En los niños entre 3 y 7 años las principales causas son la hipertrofia de amígdalas y adenoides (vegetaciones adenoideas). Es necesario por tanto actuar de forma quirúrgica sobre estos órganos.
Existe la falsa creencia de que la intervención de amígdalas y adenoides disminuyen las defensas del organismo. Sin embargo, no es cierto ya que la función de las amígdalas y adenoides es suplida completamente por otros tejidos linfáticos del cuerpo.
Recomendación: Si tiene dudas y sospecha de esta posible patología en sus hijos, consultar siempre con el especialista.
Dr. Francisco González García
Especialista en Otorrinolaringología de Hospiten Bellevue y Tamaragua.