El Hospital Universitario Hospiten Rambla refuerza su unidad de cardiología con el impulso a la especialidad pediátrica. Gracias a esta especialidad, los pacientes no sólo podrán recibir la confirmación de un corazón sano, sino que también se podrán detectar y abordar con mayor rapidez las cardiopatías congénitas.
Así lo ha comunicado el Dr. Carlos Rubio-Iglesias García, cardiólogo del Hospital Universitario Hospiten Rambla, quien ha destacado que este servicio nace con el objetivo de tener más diagnósticos tempranos y actuar cuanto antes. “Si bien el número de incidencia de las cardiopatías congénitas es relativamente alto (incidencia de 4-12 por cada 1000 recién nacidos vivos), hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos no son defectos graves, que pueden tener un curso benigno y resolverse de manera espontánea. Sin embargo, otros sí requieren especial atención desde el momento del nacimiento”.
“Podemos encontrarnos también con situaciones en las que los niños pueden nacer con problemas cardíacos sin dar signos de ellos hasta una edad más avanzada o incluso hasta llegar a la adultez. En esos casos, nuestro servicio también juega un papel crucial, ya que gracias a los exámenes que realizaremos es más sencillo dar con un diagnóstico de situaciones que en otros casos pueden pasar desapercibidas”, añade.
“Un escenario diferente es el de las cardiopatías congénitas complejas, que son aquellas que sí tienen repercusión grave en la normal función cardíaca y en las que se suelen asociar varios defectos simultáneamente. Muchas de estas afecciones, además, se manifiestan desde los primeros momentos de la vida”, apunta.
En cuanto a la tipología de estas enfermedades cardíacas, el Dr. Rubio-Iglesias señala que en la mayoría de los casos se trata de problemas anatómicos que precisan de intervenciones quirúrgicas. “Nosotros no intervenimos quirúrgicamente, pero realizamos un diagnóstico preciso y precoz que garantiza una mayor probabilidad de éxito en estas intervenciones”, señala el especialista de Hospiten.
Además, el Dr. Rubio-Iglesias hace hincapié en los últimos y beneficiosos avances que se han dado en la última década y que permiten una mayor precisión de su labor. “Gracias al diagnóstico prenatal se nos ha permitido al equipo cardiológico y al quirúrgico estar preparados en el momento del nacimiento, lo que nos confiere una mayor probabilidad de éxito en el tratamiento. En gran medida, todo esto es posible gracias a la experiencia técnica acumulada y a la mejoría tecnológica en el diagnóstico”.
“Otro aspecto que nos ha permitido mejorar en este campo es la posibilidad del intervencionismo percutáneo sin necesidad de recurrir a cirugías abiertas. Gracias a esto, podemos evitar las posibles complicaciones de las intervenciones mientras mejoramos los tiempos de ingreso y recuperación. Nuestro objetivo es, en cualquier caso, mejorar tanto los tiempos de diagnóstico como el éxito de los diferentes tratamientos que puedan aplicarse. “Todos estos avances han hecho posible que muchos niños cuyos problemas cardíacos hace unas décadas eran inabordables, puedan crecer y desarrollarse con normalidad. Estos adultos con cardiopatías congénitas constituyen una parte fundamental de nuestra especialidad hoy en día”, concluye.