LOS CABOS, B.C.S. – De acuerdo a los datos de la Revista Mexicana de Neurociencia “a nivel mundial, 1.2 millones de personas fallecen anualmente por Traumatismo Craneoencefálico (TCE) y entre 20 y 50 millones sufren traumatismos no mortales”. Más del 90% de las muertes por Traumatismo Craneoencefálico (TCE) se presentan en países donde no suelen aplicarse medidas de prevención y cuyos sistemas de salud no se encuentran preparados para hacer frente al diagnóstico y tratamiento oportunos.
El Traumatismo Craneoencefálico (TCE), según la National Head Injury Fundation, se define como "un daño al cerebro, de naturaleza no degenerativa, causado por una fuerza externa, que puede producir una disminución o alteración del estado de conciencia, dando como resultado un deterioro del funcionamiento de las capacidades cognitivas y físicas". Es un daño cerebral derivado de un impacto o golpe que altera y/o deteriora nuestras capacidades físicas y cognitivas, como la atención, percepción, memoria, resolución de problemas, comprensión, entre otras.
Las causas más comunes de un TCE son los accidentes laborales, en el hogar, al aire libre o al practicar deportes; así como las caídas, las agresiones físicas y los accidentes de tránsito. Estos últimos, con la mayor incidencia, en un 42 por cierto de los casos. En México es la tercera causa de muerte con un índice de 38.8 por cada 100 mil habitantes y con mayor incidencia en hombres de 15 a 45 años.
Si bien la mayoría de las lesiones craneales a consecuencia de caídas, accidentes laborales o al practicar un deporte, son menores, de acuerdo al Dr. Raúl Morgado, Neurocirujano de Hospiten Los Cabos, “aprender a reconocer una posible lesión cerebral grave puede representar una oportunidad de recibir atención puntual”.
Como refiere el Dr. Morgado, algunos signos de alarma que pueden indicar un TCE grave son: dolores fuertes de cabeza, pérdida del conocimiento breve o prolongado, vómito en más de una ocasión, incapacidad para mover alguna extremidad, dificultad para hablar, somnolencia, comportarse de forma anormal, secreciones nasales; además de lesiones visibles como fracturas y heridas. La sugerencia inmediata es llamar al servicio de emergencias y/o acudir a algún centro de médico-hospitalario.
Dentro de los primeros auxilios que se pueden administrar durante la espera de la atención médica de emergencias, se debe asegurar que la respiración y circulación de la persona son normales; en caso de ser necesario, iniciar la respiración boca a boca y RCP (reanimación cardiopulmonar). Si la persona se encuentra inconsciente, estabilizar la cabella y el cuello y evite el movimiento. Si hay sangrado, presionar firmemente con una tela limpia. Si está vomitando, gire la cabeza hacia un lado para evitar el ahogamiento. Finalmente, esperar a que los servicios de emergencia lleguen con el paciente.
De acuerdo al Neurocirujano de Hospiten, en ocasiones no hay síntomas inmediatos que refieran una lesión craneal severa; sin embargo, pueden aparecer más tarde. Uno de los signos que pueden indicar inflamación del cerebro y/o un posible accidente cerebrovascular, se puede ver a través del Reflejo de Babinski. Se trata de una reacción que se presenta después de frotar firmemente la planta del pie. En este caso, para reflejar una inflamación del cerebro, los niños hasta los dos años de edad, contraen los dedos, hacia adentro. En niños mayores de dos años y adultos, presenta hiperextensión de los dedos (en abanico) y el dedo gordo se mueve hacia arriba.