El cirujano cardiovascular Rafael Llorens destaca el aumento de patologías cardiacas en pacientes con una edad media de 40 años como consecuencia de la mayor incidencia de la obesidad, la hipertensión y la diabetes
El departamento de Cirugía Cardiovascular de Hospiten Rambla realiza la intervención número 6.000 desde su puesta en marcha hace 18 años
Cada vez existen más casos de pacientes jóvenes que requieren someterse a una cirugía cardiaca para solucionar problemas coronarios. Rafael Llorens, cirujano cardiovascular del Grupo Hospiten asegura que en torno a un 5 por ciento de los pacientes que atiende cada año tiene entre 40 y 45 años. Un porcentaje impensable hace una década y que se debe, principalmente, a la mayor incidencia de patologías como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Conocido por aplicar de manera pionera algunas de las técnicas más innovadoras a nivel mundial en las intervenciones cardiacas, el cirujano cardiovascular Rafael Llorens lleva 18 años al frente del departamento de Cirugía Cardiovascular y Torácica de Hospiten Rambla, donde este mismo mes de enero han realizado la intervención número 6.000.
Según explica, en las últimas dos décadas se han registrado grandes avances en la cirugía cardiaca con la aplicación de técnicas menos agresivas, que han contribuido tanto a reducir la tasa de mortalidad como el tiempo de recuperación que conlleva cualquier intervención cardiaca. Hoy en día, un paciente intervenido de cirugía cardiaca puede llevar una vida normal en tres o cuatro semanas, mientras que hace 20 años la recuperación podía durar meses.
También han mejorado los resultados en términos de mortalidad, pasando de representar un 25 por ciento de las intervenciones en la década de los 80, a reducirse hasta el 5 ó 6 por ciento, en la actualidad.
Estas mejoras, sin embargo, han estado acompañadas, de otros cambios en los hábitos de vida de la población que han hecho que aumente el número de personas jóvenes que tienen que ser intervenidas del corazón. “El número de niños y jóvenes afectados por obesidad, diabetes e hipertensión es cada vez mayor, en especial en Canarias, lo que evidentemente se traduce en un aumento de los casos de enfermedad coronaria” asegura Llorens.
En este contexto, el cirujano cardiovascular asegura que “la obesidad no es sólo un tema estético sino un problema muy serio que guarda relación con los hábitos de vida actuales y que requiere empezar a educar en la escuela acerca de la necesidad de adoptar unos hábitos alimenticios sanos, basados en la dieta mediterránea”.
En la actualidad, sigue habiendo más hombres que mujeres que padecen patologías cardiacas, sobre todo coronarias, debido a que la mujer llega más tarde al diagnóstico y al tratamiento de la enfermedad coronaria porque los síntomas se manifiestan de forma distinta y cuesta más relacionarlos con este tipo de patología. “En el hombre los síntomas están localizados en el pecho mientras que en la mujer la enfermedad se traduce en un cansancio generalizado”, añade el doctor.
Con todo, Rafael Llorens asegura que la detección precoz y la aplicación de un tratamiento médico adecuado, unido a un cambio en la alimentación, puede detener la enfermedad coronaria y permitir al paciente llevar una vida activa y normal, sin tener ningún tipo de riesgo.
Un centro pionero
Entre las técnicas más innovadoras que ha desarrollado la Unidad de Cirugía Cardiovascular y Torácica de Hospiten Rambla destaca la cirugía coronaria sin bomba (a corazón latiendo) y con injertos de arterias mamarias. Un tratamiento, único en Canarias, que contribuye a reducir los riesgos de la intervención y acorta el tiempo de recuperación del paciente, al tiempo que permite mejorar los resultados a largo plazo, al usar injertos de arterias mamarias que evitan que con los años se obstruyan, en lugar de utilizar las venas como injertos.
Además, desde hace tres años Hospiten Rambla aplica un técnica que consiste en implantar en los pacientes que precisan un recambio valvular aórtico, prótesis valvulares cardiacas sin sutura, en lugar de las válvulas tradicionales, lo que reduce el tiempo de operación, facilita una recuperación más rápida y amplía las posibilidades de vivir más tiempo y mejor, sobre todo en los pacientes mayores de 80 años, que representan un 30 por ciento de los pacientes que se atendieron el año pasado en el departamento.