El Grupo Hospiten insiste en la importancia de la prevención de enfermedades “poco frecuentes” como el lupus, una patología autoinmune que puede afectar desde los órganos hasta las articulaciones.
El jefe de Reumatología de Hospiten en Tenerife, Jerónimo Balsalobre, explica que esta enfermedad autoinmune se caracteriza por ser multisistémica y afectar en mayor medida a mujeres jóvenes.
Aunque hay varios factores de riesgo, sobre todo genéticos, lo que más parece afectar son los hormonales, que podrían explicar por qué se diagnostica mayoritariamente a mujeres y no a hombres. Se estima una relación de 9:1 en la prevalencia de la mujer sobre el hombre, siendo los 30 años cuando empieza a manifestarse.
Esta patología “relativamente poco frecuente”, según el Dr. Balsalobre, procede de la “irregulación del sistema inmune, que funciona de forma exagerada y no reconoce lo propio”. El síntoma que subyace de este tipo de patologías es la inflamación y señala que “esto no es una enfermedad, son 50 enfermedades que tienen alguna manifestación común”.
El signo más distintivo del lupus es una erupción en el rostro que se asemeja a las alas abiertas de una mariposa en ambas mejillas. Pero puede haber otros síntomas como: fatiga, fiebre, dolor articular, lesiones en la piel que empeoran con la exposición al sol, dedos de los pies y de las manos que se vuelven blancos o azules cuando se exponen al frío o durante situaciones de estrés, falta de aire, dolor en el pecho, ojos secos, dolor de cabeza, desorientación y pérdida de memoria.
Sobre su tratamiento, el Dr. Balsalobre destaca los avances en la medicina que permiten hoy en día mejorar la calidad de vida de los pacientes gracias a los tratamientos no paliativos personalizados. Apunta que estos “son tratamientos bastante agresivos desde el principio, puesto que este tipo de enfermedad hay que hacerse con ella cuanto antes”, para prevenir daños orgánicos acumulados que no podrán ser reversibles.
Actualmente el Servicio de Reumatología de Hospiten está llevando a cabo ensayos clínicos con nuevas moléculas, que podrían aportar grandes avances en el tratamiento de la enfermedad.
A pesar de desconocerse su causa y cura, el reumatólogo señala que “la mortalidad se ha reducido muchísimo y el pronóstico ha mejorado bastante”.