Hospiten continua su misión de crear un ecosistema de bienestar en donde las personas son el centro de todo; esto incluye el cuidado las madres, tanto aquellas que son primerizas como las que no. Es por ello que, en esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, que comenzó el pasado 1 de agosto y concluye mañana 7 de agosto, Hospiten ha querido informar acerca de algunos de los beneficios de la lactancia, para que todas las madres puedan elegir libremente y con información contrastada si quieren y pueden amamantar como parte del crecimiento de sus bebés.
La leche materna está compuesta en su mayor parte por agua, alrededor de un 87% frente a un casi 13% que hace referencia a hidratos de carbono, grasas y proteínas (macronutrientes), además de vitaminas y minerales. Se trata, pues, de un alimento muy rico nutricionalmente mediante el que el bebé ingiere todo lo necesario para su crecimiento durante los, aproximadamente, primeros seis meses de vida; una primera etapa en la que no necesita ingerir ningún otro líquido o alimento.
“La leche materna puede seguir formando parte de su dieta y alimentación pasados estas primeras semanas”, explica María Domínguez, matrona de Hospiten Estepona y referente en redes sociales con su cuenta Madrazas.
Atendiendo a su completa composición, continúa María Domínguez, la leche materna favorece el correcto crecimiento y desarrollo cerebral del bebé, pero aparte cuenta con otros múltiples beneficios para el recién nacido. Por un lado, fortalece su sistema inmunológico al pasar la madre sus anticuerpos a través de la leche, lo que ayuda a protegerlo contra infecciones y enfermedades. También reduce la probabilidad de desarrollar alergias y asma, así como enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión en la edad adulta.
Igualmente, se trata de un alimento más fácil de digerir para el pequeño.
Pero los recién nacidos no son los únicos beneficiados a través de la lactancia, amamantar también tiene múltiples efectos positivos para la madre.
En primer lugar, a través de esta actividad se puede ver reforzado el vínculo afectivo mamá-bebé, lo que ayuda a disminuir el riesgo de depresión posparto. Igualmente ayuda a recuperarse de este en lo referente al físico: favorece que el útero vuelva a su tamaño original más rápido, así como ayuda a la quema de calorías. También favorece al sistema inmune de la madre, favoreciendo, por ejemplo, un menor riesgo de desarrollo de cáncer de mama y ovario en el futuro.
La lactancia materna puede ser cosa de tres
Aunque el acto de amamantar beneficia de forma directa a la madre y el bebé, este no tiene por qué ser exclusivo de la progenitora: la pareja, si se tiene, también tiene cabida y puede ser una gran aliada, jugando un papel fundamental durante el periodo de lactancia.
- Apoyo emocional: tener un buen apoyo es fundamental en este proceso; escucha a tu pareja, anímala, motívala y valórala
- Tareas domésticas: dar el pecho es un trabajo a tiempo completo que responde a la demanda del bebé y muchas veces puede presentar desafíos. Enfocarse en realizar las labores del hogar ayuda a que la madre cuente con más tiempo para amamantar y descansar
- Cuidar del bebé: encargarse del bebé entre tomas es vital para que la madre cuente con tiempo para ella misma
- Preparar comidas saludables: cocinar alimentos nutritivos y seguir una dieta completa y equilibrada ayuda a que tanto la madre como, por tanto, el bebé, estén bien alimentados
- Educación y presencia: informarse sobre la lactancia y asistir a las consultas de educación maternal favorece el conocimiento sobre el proceso y permite un mejor apoyo