Las varices generalmente se malinterpretan como un problema estético, pero cuando no se tratan, pueden evolucionar a una enfermedad más grave llamada insuficiencia venosa crónica. La insuficiencia venosa crónica de los miembros inferiores y sus complicaciones afectan a un segmento de población cada vez más joven.
Las varices y arañas vasculares son un problema común que afecta a un 40% de la población en el que destaca el segmento femenino.
La enfermedad vascular aparece cuando las válvulas no funcionan adecuadamente, lo que causa que la sangre fluya en sentido inverso, y se acumule en las venas de la parte inferior de las piernas.
El objetivo principal del tratamiento de la enfermedad vascular es reducir o detener el flujo inverso de la sangre, para de esta manera mejorar la sintomatología y la calidad de vida del paciente. Otros objetivos para considerar son la disminución del riesgo de complicaciones (ulceraciones, flebitis o sangrados), así como tratar el componente estético.
En la actualidad existen diferentes técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento de las venas varicosas sin necesidad de cirugía, que elimina las varices y arañas vasculares de manera sencilla, ambulatoria, de forma prácticamente indolora y con una menor agresividad que la cirugía convencional y un menor riesgo.
Técnica de Ablación con pegamento (cianoacrilato)
La técnica de ablación con es un tratamiento no quirúrgico con adhesivo biológico, en todo momento guiada y controlada por ecografía, lo que nos permite ser precisos en el sellado de la vena safena desde su origen. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que se realiza bajo sedación suave, no requiere ingreso pero sí reposo relativo las primeras 24 horas.
El sistema está diseñado para su uso en adultos con reflujo venoso clínicamente sintomático según lo diagnosticado por ecografía dúplex (DHE), está indicado para el cierre permanente de las venas troncales superficiales de las extremidades inferiores, como la gran vena safena (VG).
Técnica de Ablación Química con Espuma Eco-guida con Catéter
La escleroterapia con espuma guiada por ultrasonido con catéter ha demostrado ser un método seguro y eficaz en el tratamiento de varices, venas safenas, afluentes, perforantes, recurrencias, y malformaciones venosas.
El procedimiento se basa en la inyección de un medicamento en microespuma a través de un catéter específicamente localizado bajo ultrasonido, que desplaza la sangre de las venas, Esto asegura que el agente esclerosante actúe en el punto exacto, además de permitir la visualización progresiva de la espuma por la vena, generando irritación del endotelio venoso y oclusión del vasos tratado, confirmando la efectividad del tratamiento.
Al igual que el sistema con pegamento, se trata de una técnica mínimamente invasiva, ambulatoria, que precisa solo de anestesia local y que no requiere de reposo.
La etapa del post-procedimiento en ambos casos es generalmente muy llevadera, sin necesidad de llevar medias compresivas, y con la reincorporación inmediata a las actividades habituales. Sin embargo, cabe destacar que un cierto número de pacientes puede presentar dolor en la zona de la vena tratada debido a la inflamación que se genera durante los primeros días. En ese caso, se suele controlar sin problema con medicación antiinflamatoria.
Para llevar a cabo estos tratamientos, Hospiten tiene en cuenta la estadificación clínica, etiológica, anatómica y fisiopatológica de la extremidad a tratar, además de la existencia de síntomas atribuibles a la insuficiencia venosa tales como dolor, sensación de pesadez, calambres, parestesias, prurito y/o edema.
Asimismo, se analizarán los síntomas previos a la intervención y se compararán con la situación del paciente a los 3 y 7 días después del procedimiento, así como también se examinará tanto la ausencia como la presencia de venas varicosas visibles en el área tratada.
Tras la intervención, el centro someterá a los pacientes a una revisión periódica a la primera semana del procedimiento, la siguiente a los 21 días y posteriormente se realiza un seguimiento a los 6, 12 y 36 meses, en las que se usará tecnología ultrasonido dúplex para examinar el flujo sanguíneo en las principales arterias y venas en las piernas.
Desde Hospiten se aclara que este tratamiento no está recomendado para personas que tengan determinadas patologías previas, como es el caso de los pacientes con antecedentes de trombosis venosa, insuficiencia cardiaca, renal o hepática, neoplasias malignas activas, trombofilias o hipersensibilidad a anestésicos locales, entre otros casos. Asimismo, tampoco se puede aplicar durante el embarazo o periodo de lactancia.
Ablación térmica endovascular mediante: Endoláser Elves® Radial (Hospiten Estepona)
La ablación térmica de varices mediante endoláser es uno de los tratamientos por excelencia para la eliminación de las varices. Suele necesitar sólo una sesión y es mínimamente invasivo y se obtienen unos excelentes resultados a largo plazo.
Mediante una pequeño catéter se introduce un laser en la vena a tratar y se colapsa mediante la emisión de calor por láser. este colapso de la vena es permanente por lo que no vuelve a resurgir la vena. El postoperatorio es muy corto y no precisa ingreso hospitalario pudiendo volver a la actividad normal a los pocos días.
Ventajas:
• El tratamiento Endovascular por excelencia.
• Excelentes resultados a largo plazo.
• Sin incisiones.
• Postoperatorio muy corto.
• No precisa ingreso hospitalario.
• Vuelta a la actividad normal en pocos días.
Cirugía de varices por radiofrecuencia.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva y ambulatoria que, mediante la utilización de energía térmica (radiofrecuencia), a través de un catéter que por efecto térmico se llevará a cabo la cauterización y sellado de la vena afectada, sin necesidad la necesidad de tener que extirparlas.
Algunas de las ventajas de esta técnica frente a la cirugía convencional son:
- La mayoría de los pacientes tienen alivio sintomático inmediato y pueden volver a las actividades normales dentro de uno o dos días, con poco o ningún dolor.
- Es ambulatoria
- No quedan cicatrices.
- La incorporación a la vida cotidiana y laboral es más rápida.
- Previene algunas de las complicaciones asociadas con la cirugía convencional.
La radiofrecuencia está indicada en casos de varices, de mediano a gran calibre, que estén produciendo síntomas y molestias en el paciente como:
- Sensación de piernas cansadas y pesadas.
- Hinchazón o edema en las piernas y tobillos (por ser el lugar donde aparecen con mayor frecuencia.)
- Dolor o ardor que impide la deambulación.
- Calambres musculares.
- Cambios en la piel como resequedad, cambios tróficos, ulceraciones o llagas.