El motivo de la revisión ginecológica es la toma de citología para la detección temprana de lesiones precancerosas cervicales. La citología cervical (también conocida como test de Papanicolau o PAP) consiste en una toma de muestra de células del cérvix uterino, también llamado cuello del útero, para su examen con microscopio con el objetivo de detectar de forma temprana lesiones precancerosas. Para ello, se “frota” el cérvix uterino con una espátula y un minicepillo que permite desprender células del cuello uterino y fondo de sacos vaginales para su posterior examen en microscopio.
Esta prueba es fundamental porque “el cáncer de cérvix es el cuarto cáncer con mayor frecuencia en la mujer a nivel mundial, detrás del cáncer de mama, colorrectal y pulmón”, aunque ocupa el décimo puesto en España.
Sin embargo, gracias a la aparición de los ecógrafos, se abrió un campo de estudio muy amplio que permite ver los órganos genitales internos de la mujer (vagina, útero, trompas y ovarios), por lo que la revisión ginecológica no se limita solo a la citología.
A modo de resumen, la revisión ginecológica tiene principalmente 3 grandes objetivos:
1.- Resolver todos los problemas o inquietudes que la mujer pueda tener acerca de su fisiología y/o vida sexual: trastornos del ciclo, consejos anticonceptivos, inquietudes sobre la maternidad, alteraciones en el flujo vaginal, pérdidas de orina, etc.
2.- Exploración física y ecográfica: se realiza en posición de litotomía (tumbada con las piernas abiertas), ya que es la única forma de poder visualizar adecuadamente el órgano genital femenino. Gracias a esta posición podemos valorar la vulva y, a través del espéculo, podemos visualizar parte de los genitales internos que son la vagina y el cérvix uterino. En este contexto valoramos cualquier tipo de alteración tanto en la piel de la vulva, como en la mucosa vaginal y cérvix uterino, a la vez que comprobamos si la secreción vaginal presenta color y textura normales. Así, podemos ver si se presenta algún tipo de lesión en la piel o la mucosa (verrugas, úlceras, heridas) o bien alguna infección vulvovaginal que pueda estar causando irritación/inflamación de la zona. Finalmente realizaremos la ecografía vaginal para la valoración de los genitales internos. También podemos realizar una exploración mamaria mediante inspección y palpación, especialmente si la paciente se ha notado algún bulto o lesión en la mama o simplemente para disminución de su ansiedad ante la autoexploración mamaria.
3.- Toma de citología vaginal: la revisión ginecológica no es finalmente solo citología, aunque es una parte muy importante, ya que la revisión se aprovecha para realizar una atención integral de la mujer. Por ello intentamos no solo “revisar” sino que nuestra intención es dar respuesta y solución (siempre que sea posible) a todas esas dudas o problemas acerca de nuestra fisiología femenina y siempre basándonos en la evidencia científica más actual.
“si hace tiempo que no te haces una revisión… ¡no esperes a tener un problema, la prevención es siempre lo primero!