El equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Hospiten Rambla (la Dra. Mariela Navarro, la Dra. Lola Pérez-Jaraíz, el Dr. Rosendo Galván y el Dr. Vigmar Iriarte) junto con el equipo del Centro de Diagnóstico y Terapia Endoluminal (CDyTE), liderado por el Dr. Tobías Zander, Director médico y el Profesor Manuel Maynar, Director científico del CDyTE conforman un equipo multidisciplinar, que permite realizar intervenciones muy complejas, gracias a la comunicación constante, como, por ejemplo, en los casos con riesgo de hemorragia postparto tras un parto complicado.
Una situación, que por suerte es muy infrecuente, ya que se presenta en un rango inferior a un 0.4% del total de partos y es considerada la primera causa de mortalidad materna en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que existen unas 140.000 muertes maternas al año, a causa de una hemorragia obstétrica, representando el 25% del total y, de estas, más del 50% se presentan en las primeras 24 horas.
En este caso la paciente es una mujer primigesta de 30 años, con una gestación llegada a término sin antecedentes de interés destacables y con riesgo bajo, controlada, en todo momento, por el equipo de Obstetricia del Hospital Universitario Hospiten Rambla. Acude al centro en trabajo de parto. Tras varias horas el equipo médico decide realizar una cesárea por parto estacionado, con un puerperio inmediato dentro de la normalidad. Al cabo de unas horas se constata una gran hemorragia puerperal. Se actúa precozmente empleando múltiples fármacos junto a un balón de Bakri que controlan parcialmente el sangrado y, finalmente, se opta por realizar una embolización uterina, para controlar la hemorragia puerperal.
Hay que destacar que lo más habitual en este tipo de circunstancias, en muchos centros hospitalarios, es realizar una histerectomía (extraer el útero) como último recurso por el bien de la madre, lo cual tendrá una repercusión en su fertilidad futura.
En el postoperatorio se aprecia una anemia grave, por lo cual se transfunde dos concentrados de hematíes, y finalmente, tras 4 días de ingreso la paciente fue dada de alta a su domicilio.
Con esta ya son varias las pacientes donde la embolización supraselectiva permite conservar el útero de la gestante.
Todo gracias a un equipo de excelentes profesionales que, con una actuación rápida, coordinada y precisa junto a una tecnología de primer nivel, hizo que todo saliera bien para la madre y el recién nacido.
Hoy podemos decir en mayúsculas y muy alto, “mamá bien, bebé bien y útero sano”. Todos nosotros orgullosos y felices por un trabajo multidisciplinar bien hecho.
Dr. Vigmar Iriarte. Ginecólogo del Hospital Universitario Hospiten Rambla