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La importancia de una adecuada rehabilitación del ligamento cruzado anterior

Publicado el 16-02-2022

En el Servicio de Rehabilitación de Hospiten Lanzarote, el equipo de fisioterapeutas atiende con entusiasmo, entre otras muchas patologías, a pacientes con lesión de ligamento cruzado anterior (LCA), tanto para una preparación previa de reconstrucción quirúrgica del ligamento, como para la fase de recuperación postoperatoria.

En la fase preoperatoria, el objetivo de tratamiento está enfocado a reducir el dolor y mantener o ganar fuerza muscular de cuádriceps, isquitibiales, gemelos, etc. (musculatura que se ve afectada en la fase postoperatoria).

En la fase postoperatoria, tenemos una serie de etapas que debemos superar paso por paso, siendo el objetivo final la vuelta a la práctica deportiva con normalidad y con garantías.

Pero primero, ¿qué es un ligamento?

Un ligamento es una estructura de tejido conectivo que conecta hueso con hueso y permite la estabilidad de nuestras articulaciones. En dicho caso, el LCA nos permite la estabilidad anterior de nuestra rodilla, así como los giros de ésta, y éste se lesiona cuando existe un movimiento superior al fisiológico de nuestra rodilla, el cuál nuestras estructuras periféricas no pueden parar.

¿Quién decide los tiempos tras la intervención quirúrgica?

Lo primero de todo que hay que tener en cuenta es lo siguiente: el fisioterapeuta es el profesional que guía y ayuda en la rehabilitación del LCA, pero quien determina los tiempos es el traumatólogo. Él es el profesional que ha intervenido quirúrgicamente y sabe mejor que nadie cómo está la rodilla por dentro.

Cada cirugía es diferente, el tipo de plastia, la afectación de menisco, el tipo de sutura, etc. Por este motivo es muy importante hacer todas las preguntas que surjan y tener claro sobre todo lo que no se puede hacer, especialmente en las primeras 4-8 semanas.

Fase de rehabilitación postoperatoria de LCA:

En esta primera fase, que puede durar entre 3 y 4 meses desde que se realiza la operación, el fisioterapeuta ayuda a comprobar y tratar todas las estructuras afectadas por la intervención. En general la cicatriz y sus adherencias son el principal objetivo. Si la cicatriz tiene adherencias puede dar muchos problemas más adelante a la hora de mejorar la movilidad y la fuerza. Por otro lado, también se trabajará la movilidad de la rodilla.

Los objetivos a corto plazo son conseguir la extensión completa de rodilla, mejorar la flexión y liberar la cicatriz.

En las primeras semanas los ejercicios serán muy básicos. Pero a medida que los niveles de fuerza mejoran, iremos complicándolos más.

Es importante destacar que en las primeras semanas sentirá que se ha quedado “sin su pierna” y que no tiene nada de fuerza. Es normal, no se preocupe. Solo debemos trabajar cada día para mejorar. Por lo tanto, va a ser muy importante que los ejercicios aprendidos se realicen varias veces en casa también.

Una vez conseguidos los niveles óptimos de fuerza de toda la musculatura y sin limitación de movilidad, se inicia con la fase de readaptación de ligamento al deporte.

Debe saber que, aunque la rodilla esté recuperada, tenga fuerza y no tenga dolor, necesita un entrenamiento específico para no recaer de esta lesión o lesionarse de otra cosa.

 

Mariana Harghel - Supervisora del Servicio de Rehabilitación y Fisioteraìa de Hospiten Lanzarote