Los hilos tensores tradicionalmente se han utilizado en la medicina estética, pero también son una técnica muy exitosa en el campo de la ginecología regenerativa.
Los primeros signos de envejecimiento en los genitales son la flacidez, la pérdida de volumen y la de firmeza. Además, al problema estético es importante añadir y resaltar las molestias funcionales que se originan con el paso de los años.
Pueden ayudar en los casos de flacidez o falta de relleno en los labios mayores a causa del envejecimiento, disminución en la producción de colágeno y estrógenos.
También para aquellas mujeres que quieran que su vulva vuelva a tener un aspecto más turgente sin necesidad de cirugía.
En los casos de incontinencia urinaria, se tensa la vejiga y disminuye esa pérdida.
Te pueden ayudar a:
- Cambiar la forma de los labios mayores.
- Restaurar el orifico vaginal por desgarros vaginales casi siempre causados por el parto.
- Restauración de las paredes vaginales.
- Tratar la incontinencia de orina de esfuerzo evitando la cirugía.
- Casos de vejiga caída por partos, edad o sobrepeso.
Son unos hilos de un policarbonato especial y quirúrgicos por lo que no producen rechazo. A veces, están recubiertos con ácido hialurónico para estimular todavía más el crecimiento del colágeno, la formación de colágeno.
Se insertan en la piel con la ayuda de agujas subdérmicas muy finas, y son reabsorbidos por el organismo.
Tienen una duración desde un año a dos o tres años, pero como ha creado una fibrosis, ha generado un nuevo colágeno y tejido, todos los efectos no desaparecen. Desaparecen los hilos, pero la tensión generada se sigue manteniendo.
Tienen la ventaja de que se mejora el tejido sin necesidad de pasar por el quirófano. Se trata de un procedimiento eficaz y más rápido, es ambulatorio e indoloro y se realiza con anestesia local. Con lo cual, el tiempo de recuperación es menor ya que no requiere ingreso.