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La reducción de mamas: cuando menos, es más

Publicado el 04-04-2024

La reducción de mama es un procedimiento que, al contrario de lo que sugieren los estándares de la cultura popular, es muy solicitado en el área de la cirugía estética, sobre todo, por parte de mujeres que buscan una vida más cómoda y poner fin a molestias y dolencias que les producen los pechos de gran volumen.

Hace años, la tendencia en cirugía estética tenía como punta de lanza el aumento de los senos: millones de mujeres apostaron por esta transformación y optaron por colocarse prótesis mamarias. Sin embargo, son otras las necesidades de algunas mujeres que se someten a una cirugía.

Como ocurre con todo, los cambios llegan y las tendencias cambian o desaparecen de vista. Ya sea por gusto o necesidad, hacerse una reducción de mama es cada día más común, de tal forma, que la reducción de mama es la octava cirugía estética en nuestro país que más se realizan las mujeres.

La reducción de mama o mamoplastia reductora es un procedimiento operatorio que, permite quitar volumen y peso a cada una de las mamas, mediante incisiones quirúrgicas. La intención es remover el exceso de tejido y la flacidez que se puede producir cuando las mamas son muy grandes.

¿Cuándo se necesita una reducción de mamas?

Muchas mujeres con pechos grandes suelen tener la inquietud o incertidumbre de si deben realizarse una reducción de mamas. Existen varias señales que indican que realizar este procedimiento es la mejor alternativa para la paciente:

– Senos grandes cuyas areolas parecen mirar hacia abajo.

Mamas con volumen correcto, pero con alguno de los pezones mirando hacia abajo.

Senos asimétricos.

Dolor en la espalda con una intensidad variable.

- Presentar lesiones de piel alrededor de los senos (como flacidez), consecuencia de tener un volumen exagerado.

-Hipertrofia a causa de la reducción de mamas.

Tener los senos muy grandes se denomina “hipertrofia mamaria” y, generalmente, esta condición provoca frecuentes dolores de espalda y contracciones musculares en la zona cervical. Incluso puede llegar a generar dolor de espalda, adormecimiento en los brazos y manos o irritaciones en la piel.

Los pechos de gran tamaño dejan de ser un atributo para estas mujeres, quienes comienzan a sentirse incómodas e incluso inseguras, ya que las señales no solo se manifiestan en forma de dolencias. Las mujeres que presentan hipertrofia mamaria pueden tener alguna malformación en sus senos, verse desproporcionadas, presentar pechos caídos o flácidos y su postura puede verse afectada notoriamente.

Las cartas están echadas

Tras realizar todas las evaluaciones y, una vez determinado que es necesario hacer una reducción de mamas, la paciente debe realizarse los análisis correspondientes al preoperatorio para confirmar que todo esté en orden.

Adicionalmente, como con toda operación, se debe cumplir con un proceso postoperatorio que varía en cada persona. No es recomendable guiarse por las opiniones de otras mujeres o familiares, ya que cada quien tiene distintas necesidades y fisonomías. En la mayoría de los casos, la paciente logra regresar al trabajo a los cinco días del procedimiento quirúrgico.

Al realizar una reducción de mamas, se puede obtener una figura corporal más armónica y, finalmente alcanzar ese aspecto estético con el que la paciente se sentirá completamente cómoda y segura. Gracias a la ciencia y a la reducción de mamas no hay ninguna necesidad de soportar las incomodidades que los senos demasiado grandes pueden generar.

 

Dr. Javier Alarcó. Cirujano Plástico, Reparador y Estético del Hospital Universitario Hospiten Rambla.