Si tienes dificultades en la visión vinculados a defectos refractivos con un número elevado de dioptrías las lentes intraoculares fáquicas te pueden resultar muy interesantes.
Las lentes fáquicas están diseñadas para incorporarse al ojo sin sustituir otras estructuras. Esta lente se inserta dentro del ojo para enfocar correctamente y corregir las dioptrías intermedias y altas en dolencias como la hipermetropía y el astigmatismo.
Tipos de lentes intraoculares fáquicas
Existen diferentes tipos de lentes intraoculares fáquicas, veamos algunas de las que más se utilizan:
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Lentes ICL o lentes epicristalinianas
Este tipo se inserta en el espacio situado detrás del iris y delante del cristalino, en la cámara que se encuentra tras el ojo. El material en las que están fabricados es un derivado del colágeno, y se compone de parte central y hápticos. Son adecuadas para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
- Lentes de fijación iridiana
Esta modalidad se diferencia de la anterior en que se coloca delante del iris, en la cámara anterior del ojo. El material de la óptica de esta lente es una silicona flexible. Con las lentes de fijación iridiana se puede corregir la miopía y el astigmatismo.
- Lentes de apoyo angular:
Al igual que las de fijación iridiana se insertan en la cámara anterior del ojo, cuentan también con parte central y hápticos.
La elección del tipo de lente se realiza en función de las características de cada paciente, según sus problemas visuales y sus necesidades. Las intervenciones son diferentes según el tipo de lente fáquica a implantar, pero en ningún caso se realiza la retirada del cristalino u otra estructura ocular. Se añade la lente para conseguir la visión adecuada.
Cuándo está indicado este tipo de lentes
Las lentes fáquicas se recomiendan cuando las dioptrías son muy elevadas. Otras soluciones como el láser están indicadas en dioptrías bajas y moderadas, pero en los casos donde la visión está muy comprometida por el elevado número de dioptrías, la elección de lentes fáquicas ofrece mejores resultados.
El perfil ideal para el uso de lentes fáquicas se caracteriza por:
- Padecer miopía alta o intermedia, que oscile entre -8 y -25 dioptrías
- Padecer hipermetropía, que oscile entre +5 y +10 dioptrías
- Padecer astigmatismo, hasta 6 dioptrías
- Tener entre 21 y 50 años
- No padecer enfermedades oculares severas como el glaucoma o la retinopatía diabética
En ocasiones, las lentes fáquicas son la alternativa al láser por problemas que dificultan la aplicación de esta técnica.
Ventajas de este tipo de lentes
Las principales ventajas de las lentes fáquicas se centran en:
- el tipo de cirugía: ambulatoria y con una duración habitual entre 20 minutos, inferior a una hora
- la anestesia está localizada, el paciente se mantiene consciente durante toda la intervención y sólo se le aplica una pequeña relajación
- alternativa al procedimiento láser para personas con muchas dioptrías
- la recuperación es más rápida que otras técnicas, es completamente indolora y no requiere puntos
- la recuperación de la visión es máxima, incluso en los casos más complejos
- las lentes se fabrican para cada paciente
- se pueden corregir varios defectos visuales en un único procedimiento
- contienen un filtro UV para proteger a los ojos del sol
- tras la intervención no será necesario el uso de gafas o lentes de contacto para la realización de actividades cotidianas
Cuidados postoperatorios
Los cuidados postoperatorios son sencillos y aceleran el proceso:
- aplicación de la medicación a partir de gotas anti inflamatorias y para la prevención de infecciones
- asistir a los seguimientos del equipo de oftalmología
- reposo tras la intervención
- evitar sumergir la cabeza en jacuzzis y piscinas en el proceso de recuperación
- evitar frotar los ojos o ejercer presión sobre ellos
- no usar maquillaje alrededor de los ojos
- no conducir hasta tener el alta
- seguir una alimentación sana
- evitar el consumo de tabaco
- evitar coger peso y realizar deporte en las semanas siguientes a la operación
Los síntomas por los que se debe consultar al médico o visitar al centro médico por posibles complicaciones:
- dolores intensos
- fiebre
- malestar y escalofríos
- vómitos y/o diarreas
- enrojecimiento o inflamación extrema de los ojos
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