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Primeros auxilios pediátricos, ¿cómo debemos actuar?

Posted on 19-04-2022

¿Cuáles serían los principales consejos a los padres ante una situación de urgencia en casa?

En los primeros auxilios pediátricos es de vital importancia intentar mantener la calma, sin entrar en pánico y para eso hay que estar preparado. Los primeros minutos después de un evento crítico son vitales porque pueden salvar vidas. Aconsejo siempre a todos los padres que hagan un curso o un taller de primeros auxilios porque es de extrema utilidad ante este tipo de situaciones de urgencia.

¿Qué situaciones pueden considerarse situaciones de extrema emergencia y cuáles de 'menor prioridad'?

Debemos considerar el atragantamiento y la anafilaxia como situaciones de extrema emergencia porque pueden necesitar de la aplicación del protocolo de RCP pediátrico. Otras situaciones como las heridas, los traumas, contusiones o los esguinces se pueden considerar como eventos menores.

Pero nunca hay que subestimar una situación peligrosa restando importancia como puede ser, por ejemplo, una intoxicación.

¿Cómo y cuándo se aplica el Protocolo de RCP en niños y bebés?

El protocolo de RCP se aplica cuando un niño está en parada cardiorrespiratoria, o sea inconsciente, no respira y no tiene signos de vida. Antes de empezar, es fundamental corroborar que el niño se encuentre en un lugar seguro y que no responda a ninguna estimulación verbal y dolorosa y que no respire.

Pedir siempre ayuda a los que haya a su alrededor y coloque el niño en una superficie dura.

 La reanimación es formada por la secuencia A-B-C:

  1. Abrir la vía aérea: realizar la maniobra frente-mentón (con una mano en la frente y otra en la barbilla, inclínele la cabeza ligeramente hacia atrás) y comprobar si respira (ver si mueve el pecho, oír/sentir el aire).
  2. Boca-Boca: dar dos insuflaciones boca-boca (niños) o boca-boca/ nariz (bebés). Comprobar los signos de vida. Si no hay signos de vida (no se mueve, no respira, no hace nada, está muy pálido o morado) pasar a la C.
  3. Compresiones torácicas: presionar fuerte y rápido en el centro del pecho para hundirlo (4 cm en bebés y 5 cm en niños), con una frecuencia de 100-120/minuto.

Repetir el ciclo de 15 compresiones y dos insuflaciones hasta que el niño responda (se mueva o respire) o llegue el servicio de emergencias. Si está solo, después de dos minutos (cinco ciclos), active el 112.

¿Cómo hay que actuar en caso de atragantamiento/asfixia?

Cuando el niño se traga algún objeto como un juguete o trozo de comida, este se puede ir hacia la vía respiratoria produciendo un acceso brusco de tos. Podemos diferenciar dos tipos de obstrucciones: 

  1.  Obstrucción leve: el niño está consciente y con tos efectiva/fuerte, puede respirar, hablar o llorar y tiene buen color de labios. En este caso, se coloca en posición incorporada y se estimula para que siga tosiendo, vigilando la aparición de signos de dificultad para respirar o tragar, arcadas continuas y tos persistente.
  2. Obstrucción grave: el niño está consciente pero la tos es débil o inefectiva, no puede respirar, hablar o llorar o se pone azul. En este caso, hay que pedir inmediatamente ayuda. Mirar la boca y sacar el objeto con la mano (solo si es visible y accesible, con el dedo en posición de gancho, de atrás hacia adelante).

Realizar maniobras para desobstruir la vía aérea:

- En bebés menores de un año: dar cinco golpes en la zona media de la espalda con el talón de la mano luego dar cinco golpes en la zona media del pecho con dos dedos

- En niños mayores de un año: dar cinco golpes en la espalda y luego dar cinco golpes en el abdomen con la maniobra de Heimlich.

Repetir las maniobras hasta que el niño expulse el objeto y pueda respirar o hasta que se quede inconsciente. Si el niño se queda inconsciente hay que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

¿Cómo actuar en caso de anafilaxia?

La anafilaxia es reacción alérgica grave que puede ser desencadenada por alimentos (huevo, leche, frutos secos, pescado y marisco), medicinas, picaduras de insectos, pólenes y otras sustancias. Suele manifestarse con lesiones en la piel (habones o ronchas, hinchazón de labios o lengua, picor), junto con la afectación de la respiración (dificultad para respirar o tragar, pitos en el pecho, sensación de hinchazón en la garganta), y/o de la circulación (mareo, desvanecimiento) y/o del aparato digestivo (vómitos, dolor abdominal).

Ante una anafilaxia, como primer paso, hay que pedir ayuda y llamar al 112, luego retirar la sustancia que ha provocado la alergia sin provocar el vómito y, en caso de que se disponga de un autoinyector de adrenalina, administrarlo.

Los niños alérgicos como las personas de su entorno (familiares, colegio, amigos...) deberían recibir educación y entrenamiento sobre la utilización del autoinyector de adrenalina y en el reconocimiento de los síntomas.

¿Cómo debemos actuar en caso de corte profundo?

Es muy frecuente que los niños al caerse se hagan cortes en la piel.

Delante de un corte con mucho sangrado hay mantener la calma. Lávese las manos con agua y jabón, lave la herida con agua y jabón y aclare con agua a chorro. La hemorragia hay que detenerla con presión directa sobre la herida con gasas o un paño limpio.

Si la herida no deja de sangrar, o el apósito está empapado, no retirarlo, añadir más gasas encima y presionar con fuerza y elevar la parte lesionada para disminuir el sangrado.

Finalmente, acuda al médico si la herida no deja de sangrar, si es muy larga o profunda, si sus bordes están muy separados o aparezcan signos de infección.

¿Qué hacer ante un caso de intoxicación?

 Consideramos como tóxicos todos aquellos productos que, una vez absorbidos, son capaces de alterar las funciones vitales del organismo.

El número de intoxicaciones está aumentando, 2/3 corresponden a niños menores de cinco años y, es debido al incremento del contacto diario con multitud de nuevos productos químicos.

Por eso que es importante comprar productos del hogar y jarabes que dispongan de tapón de seguridad, guardar todos los posibles tóxicos fuera del alcance de los niños (productos de limpieza, medicamentos, etc.), evitando el almacenamiento debajo del lavadero y mantenerlos en su envase original.

En caso de intoxicación es fundamental retirar el tóxico. Si se ha producido contacto de productos químicos con la piel u ojos, retirar la ropa contaminada y lavar con agua abundante.

Si es un producto inhalado, retirar al paciente del lugar y trasladarlo a un lugar bien ventilado. Nunca inducir el vómito o administrar agua, leche o cualquier otro alimento.

Es muy importante consultar rápidamente con los servicios sanitarios (112) o el Servicio de Información Toxicológica (91.562.04.20) y, en caso de acudir a Urgencias, llevar consigo el producto con el que ha estado en contacto el menor.

 

Dr. Federico Gentile. Pediatra del Hospital Universitario Hospiten Rambla.