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¿A qué chequeos deberíamos someternos según nuestra edad?

Posted on 16-11-2022

Adolescencia y veintena

Tanto en hombres como mujeres, se recomienda incluir la determinación de los niveles de colesterol en sangre en cualquier analítica solicitada, con un periodicidad mínima de cuatro años a partir de los 18. También es importante, en el caso de que se trate de personas sexualmente activas, realizar la prueba del VIH (siempre que haya dudas o el paciente lo pida) y actualizar las vacunas.

Se recomienda preguntar sobre el consumo de tabaco y aconsejarles sobre el abandono del hábito. La periodicidad mínima de esta detección del tabaquismo es de cada dos años. Asimismo, es importante tomar la tensión arterial.

En las mujeres, a partir de los 25 años, se recomienda la citología cervical cada tres años.

Entre los 30-40 años

La población adulta general debería acudir a la consulta del médico si tienen algún síntoma o problema de salud, pero, a partir de esa edad, debería llevar a cabo una acción preventiva basada en la realización de unas pruebas básicas, cada 1-2 años o más, dependiendo de la prueba o exploración. Otra cuestión es que tengan antecedentes de algunas enfermedades concretas, en cuyo caso, dependiendo de cuáles sean, puede estar indicado comenzar antes los controles o pruebas para su diagnóstico y tratamiento precoz.

En las mujeres de esta franja de edad, además de la citología para descartar el cáncer de cérvix, se recomienda hacer la prueba del VPH  (virus del papiloma humano)  cada cinco años, hasta los 65.

Por otro lado, se aconseja, a partir de los 30 años vigilar más de cerca las alteraciones cutáneas, consultando al médico si se producen cambios en los lunares.

A partir de los 50 años

Hay algunas enfermedades a las que hay que prestar especial atención, tanto en hombres como en mujeres. Es el caso del cáncer de colon, por lo que se recomienda la realización del test de sangre oculta en heces cada dos años, entre los 50 y los 70, o la colonoscopia cada 5-10 años.

También es importante la detección de factores de riesgo cardiovascular con la toma de tensión arterial (la hipertensión es uno de los problemas que con más frecuencia se detectan en estos chequeos); peso y talla, cada dos años; analítica de colesterol y glucemia en sangre, cada cinco años, y evaluación de hábitos tóxicos (alcohol, tabaco y otras drogas), cada dos años.

En las mujeres si no hay antecedentes familiares, se recomienda iniciar a los 50 el cribado de cáncer de mama, con la realización de mamografías bienales hasta los 70 años. También, en estas edades debe mantenerse el cribado de cáncer de cuello de útero con citologías cada 3-5 años.

A partir de los 60 en adelante

Se van añadiendo medidas como, por ejemplo, el consejo sobre ejercicio físico en mayores de 65 años con riesgo de caídas. 

El cribado de cáncer de cérvix sigue practicándose hasta los 65 años. La detección de hipertensión y la valoración del riesgo cardiovascular son también acciones que continúan haciéndose.

Población geriátrica: mayores de 80-85 años

Incluye cuatro esferas: la clínica, la mental, la social y la funcional, que, como si piezas de un puzle se trataran, configuran, una vez enlazadas, la imagen real del anciano. 

También se deben explorar en mayor medida aspectos mentales, como la memoria o la orientación, así como la situación sociofamiliar y las limitaciones físicas o sensoriales, que tanta influencia pueden tener en la prevención de caídas o discapacidad importante.

Se efectuará además de las pruebas básicas una analítica que incluya - Vitamina B12, B6 y fólico. - Vitamina D.- Homocisteína. Además, es conveniente efectuar: Grosor íntima carotídea. TAC, Resonancia Magnética o escáner cerebral.