La recomendación actual del aumento del peso corporal en el embarazo en mujeres sanas con un peso previo normal es de 8-12,5 Kg.
Es normal en los primeros meses que el peso se estanque o incluso baje algo por realizar una dieta más sana o por las náuseas y/o vómitos.
Se recomienda evitar una ganancia de peso corporal exagerada para prevenir y evitar complicaciones durante el embarazo o el parto. Se consigue evitar una ganancia del peso respetando las recomendaciones de alimentación adecuada y combinándolas con ejercicio físico diario.
La dieta
En general, se recomienda la ingesta de comida sana estilo “dieta mediterránea”, preferiblemente comidas caseras frescas, evitando comida ultra procesada (evitar comida rápida). Lo ideal es consumir productos frescos de temporada y de la tierra.
Obviar el falso mito comer por dos, ya que la necesidad calórica del embarazo aumenta sólo en 300 Kcal. /día.
Recomendamos hasta 5-6 ingestas de pequeñas cantidades:
- Desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena y, quizá, ingerir algo ligero antes de acostarse.
Lo ideal durante este periodo es evitar tomar alimentos fritos, rebozados, jugos de bote, refrescos, alcohol y otras sustancias tóxicas (tabaco, drogas). Consumir carne o pescado bien hecho, evitando el consumo de pescado azul longevo (atún rojo, pez espada, cazón) por su alto contenido en metales pesados. Hay que recordar lavar bien la fruta y la verdura antes de su consumo.
Aparición de náuseas y vómitos (normalmente mejoran o ceden desde la semana 12 a 14)
La mayor parte de estos síntomas se producen por cambios hormonales del principio del embarazo, es decir, durante los primeros tres meses, aunque, a veces, se prolonga más allá del primer trimestre. Se producen más frecuentemente en horario matutino, pero también pueden aparecer en otro momento del día o durante toda la jornada.
Se puede experimentar náuseas y vómitos, cefaleas y mucho sueño. Esta sensación puede manifestarse con ganas de comer algo específico con ansiedad y, luego, cuando se nos ofrece solo poder comer un bocado o dos. También, es normal la sensación de plenitud del estómago, acidez, gases o hipersalivación, así como el rechazo de olores o de algunos alimentos.
Prevención
Durante el día es aconsejable no estar más que 2-3 horas sin ingerir ningún alimento para mantener el nivel de glucosa en la sangre estable. Esto se puede realizar mediante la ingesta de pequeñas cantidades de alimentos saludables. Es recomendable que estos no estén ni muy fríos ni muy calientes, no sean muy picantes, ni copiosos. Como ya comentamos hay que evitar los fritos, rebozados, la bollería, chocolatinas o helados, etc.
Por la mañana resulta beneficioso despertarse 15 minutos antes de la hora prevista y comer algo seco mientras se esté acostada (galleta, pan tostado) y, tras 15 minutos más de reposo levantarse.
Evitar los líquidos por la mañana (mejor posponerlos para un poco más tarde, pero sin dejar de garantizar una buena ingesta de agua al día).
El cepillado de dientes puede ocasionar náuseas por lo que podemos dejarlo para más adelante. Hay que recordar que durante el embarazo es primordial tener una buena higiene bucal. La limpieza de dientes y encías no debe descuidarse.
Durante el embarazo se prescriben suplementos vitamínicos que la madre puede tomarse por la mañana, pero si no lo tolera y se agrava la sintomatología puede posponerla para la comida o cena.
Como ya hemos comentado, dormir bien es muy necesario y durante el primer trimestre, muchas veces esta necesidad se acrecienta. Debemos tener en cuenta que durante la noche nuestro nivel de glucosa puede disminuir, por lo que no es recomendable dormir más de ocho horas ni realizar siestas demasiado largas. Lo que si debemos hacer es llevar un ritmo de vida más relajado y descansar cada vez que lo necesitemos.
Recomendaciones naturales
Como en todos los procesos de la vida el acúmulo de estrés favorece la aparición de sintomatología o la aumenta. Es muy importante trabajar este aspecto.
El consumo de jengibre en pequeñas cantidades es recomendable, así como un ritmo de vida más relajado. Si no mejora debe consultar al especialista obstetra para evitar la deshidratación e incluir medicación si fuera necesaria.