El confinamiento provocado por el avance del coronavirus y las posteriores medidas de seguridad establecidas con el fin de frenar los contagios ha derivado en el aumento masivo del uso de las tecnologías como forma de entretenimiento, especialmente, en el colectivo de los más jóvenes, niños, niñas y adolescentes. Desde el Grupo Hospiten se advierte de que este fenómeno puede presentar muchas ventajas para la infancia, pero también inconvenientes, por lo que es necesario que los padres supervisen a los menores para un uso responsable.
La psicóloga de Hospiten Roca Silvia Morales explica que, para los padres, madres o tutores, seleccionar un contenido adecuado para la juventud, a través de estas herramientas, es una gran ventaja frente a otras fuentes de entretenimiento, como la televisión, en la que es más difícil controlar la programación. En este sentido, destaca que la participación familiar en el uso de estas herramientas de entretenimiento es muy importante, ya que “los menores pueden socializar y encontrar intereses comunes con sus allegados mediante estas tecnologías”.
En este sentido señala que “los escolares pueden aprender mucho a través de las diferentes aplicaciones educativas y el gran contenido que pueden encontrar en apps específicas o en Internet”, explica.
Otra de las virtudes que presentan los dispositivos digitales, según la especialista de Hospiten, es que muchos de ellos son capaces de ayudar a potenciar aspectos como la atención, la lectoescritura o la memoria. “Existen diversas aplicaciones dirigidas a estimular la educación de los más pequeños y mejorar aspectos concretos de su aprendizaje mediante juegos y cuentos”, añade.
Sin embargo, no todo son ventajas. Las nuevas tecnologías pueden ocasionar graves daños en el comportamiento de los jóvenes. Silvia Morales explica que el aislamiento es uno de los principales inconvenientes que pueden presentar estas herramientas. Muchos menores dejan de interactuar con los demás y se mantienen en silencio durante el rato que están frente al dispositivo, centrando toda su atención en los móviles o tablets que utilizan.
La psicóloga de Hospiten indica que “varias aplicaciones ofrecen todo lo que los escolares necesitan sin tener que trabajar, lo que supone un inconveniente en su desarrollo personal”. En este sentido, detalla que “el esfuerzo positivo que surge de la búsqueda de herramientas de entretenimiento alternativas puede ocasionar pereza en los jóvenes, que encuentran divertimento en sus móviles de manera más rápida y sencilla”.
Además, Morales señala que estos dispositivos pueden generar dependencia, “sobre todo, si su uso se hace sin ningún tipo de límites y sin la supervisión de una persona adulta”. Según la especialista, los menores pueden acceder a contenido no apropiado o no permitido con mucha facilidad.
A estos inconvenientes pueden sumarse problemas de carácter físico, como la obesidad o lesiones posturales. Silvia Morales destaca que “los jóvenes que no hacen deporte y que pasan todo su tiempo de ocio encerrados, jugando con estos dispositivos, presentan un gran riesgo de padecer este tipo de afecciones”.