¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, que supone un problema higiénico o social.
La IU no es una enfermedad que ponga en peligro la vida del paciente, pero deteriora significativamente la calidad de vida de quien la padece, ya que reduce su autoestima y merma su autonomía.
¿Qué tipos de incontinencia urinaria existen?
Básicamente, existen dos tipos de incontinencia urinaria:
Incontinencia urinaria de urgencia. La incontinencia urinaria de urgencia es la pérdida involuntaria de orina acompañada o inmediatamente precedida de “urgencia”. Urgencia es la percepción de un deseo miccional súbito claro e intenso, difícil de demorar y con miedo al escape
Incontinencia urinaria de esfuerzo. La incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE) es la pérdida involuntaria de orina asociada a un esfuerzo físico que provoca un aumento de la presión abdominal (como toser, reír, correr o andar).
Estos dos tipos de incontinencia pueden estar presentes de forma simultánea, dando lugar a la incontinencia urinaria mixta.
Para conocer el tipo y el grado de incontinencia, así como otras posibles alteraciones del tracto urinario inferior, se realizan una serie de pruebas diagnósticas, entre las que destaca el estudio urodinámico.
¿Tiene solución la incontinencia urinaria?.
La incontinencia urinaria tiene solución. Sin embargo, para conseguir un buen resultado, el tratamiento debe de ser personalizado, adaptándose al tipo y severidad de la incontinencia. Es fundamental que se dirija a su Urólogo para el diagnóstico y tratamiento correctos.
Cuando se trata de una incontinencia urinaria de urgencia, el tratamiento es fundamentalmente farmacológico, aunque la modificación de ciertos hábitos de vida suele mejorar los síntomas. El implante de Toxina Botulínica es una muy buena alternativa en aquellos pacientes que, por intolerancia o ineficacia, no obtengan resultados del tratamiento farmacológico oral.
En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo, la Rehabilitación muscular del Suelo Pélvico es recomendable en aquellas mujeres con incontinencia leve, cuando es dirigida por personal especializado.
El tratamiento quirúrgico tiene unos resultados muy satisfactorios, y está dirigido a aumentar el soporte de la uretra. Para ello, se utiliza una banda de un material sintético, que se coloca debajo de la uretra y se fija en diferentes puntos según la técnica. Esta banda se fibrosa y actúa como un nuevo ligamento que da soporte a la uretra.
La incontinencia urinaria de esfuerzo puede asociarse a prolapsos, tanto de vejiga (cistocele) como del recto (rectocele) o del útero.
Una vez realizada la valoración de la incontinencia urinaria, la reparación de la misma se puede asociar con la corrección quirúrgica de los prolapsos en el mismo acto.
¿Existe incontinencia urinaria en el hombre?
Tanto la incontinencia urinaria de urgencia como la incontinencia urinaria de esfuerzo existen en el hombre.
La incontinencia urinaria de esfuerzo sólo ocurre como consecuencia de algunas intervenciones en las que el esfínter uretral puede ser lesionado, (como, por ejemplo, la prostatectomía radical por cáncer de próstata). En estos casos, hay técnicas quirúrgicas destinadas a corregir la incontinencia, que van desde la colocación de dispositivos de tensión regulable (Remeex) al implante de un esfínter artificial.
La incontinencia urinaria de urgencia también ocurre en el varón, aunque con unos rangos de edad diferentes a los de la mujer y asociada en muchas ocasiones a obstrucción por crecimiento prostático. El tratamiento de la incontinencia urinaria de urgencia en el varón requiere un diagnóstico detallado mediante un estudio funcional, precisando en muchas ocasiones el tratamiento simultáneo de la obstrucción.