El podólogo de Hospiten Roca, Ernesto López, alerta sobre el escaso cuidado que se le da a los pies durante la época estival en la que su exposición al aire libre es continua. La deshidratación de la planta de los pies durante los meses de verano puede provocar grietas y heridas que suponen una vía directa de contagio de infecciones y pueden llegar a originar problemas de mayor calado si no se tiene especial cuidado en una época en la que la exposición del pie al aire libre es continua.
López señala el uso abusivo de calzado inadecuado en verano como el principal foco de dolencias tanto en los pies como en la espalda e indica algunas recomendaciones para minimizar problemas que influyen también en el bienestar del resto del cuerpo.
Recomienda evitar caminar durante mucho tiempo con calzado abierto y recuerda que “es conveniente utilizar un zapato adecuado para cada momento y superficie por la que vayamos a caminar. El uso excesivo de chanclas o zapatos que no se ajusten correctamente al pie puede provocar lesiones en los tobillos y las rodillas, la aparición de dedos en garra o la alteración de la pisada por el cambio en la velocidad”, explica.
Las quemaduras también son comunes durante la época estival, por ello el especialista aconseja cubrir con protector solar el empeine, tobillos y dedos, y tener precaución con la arena caliente, pues puede provocar quemaduras, con especial relevancia en el caso de las personas que padecen diabetes. Además recomienda el uso de calzado adecuado en zonas de aseo público ya que es uno de los lugares donde más proliferan los hongos, pudiendo provocar lesiones dérmicas.
“Es conveniente evitar caminar descalzos en los lugares públicos por la elevada presencia de hongos y papilomas, las infecciones más comunes que afectan a los pies, que surgen como consecuencia de las altas temperaturas y la humedad que se produce durante la época estival”, apunta el podólogo de Hospiten Roca.
Ernesto López recomienda seguir las recomendaciones sobre salud pédica y prevenir posibles infecciones causadas por las altas temperaturas del verano o el contacto con diferentes agentes externos, fundamentalmente en los colectivos más vulnerables, como son los niños, las personas mayores, los deportistas y los diabéticos, quienes deben extremar las precauciones y cuidados ya que tienen mayor riesgo de sufrir la aparición de diversas patologías.
“En esta época del año la sudoración puede aumentar y puede resultar muy incómoda. Para reducirla es conveniente el uso de calcetines de tejidos naturales y el uso de calzados abiertos, además de la utilización de productos específicos que la regulen”, explica.
También hace hincapié en utilizar la altura adecuada del zapato para favorecer una mejor postura y un mayor equilibrio y compensación del cuerpo. Según el especialista de Hospiten es recomendable que el calzado tenga entre dos y cinco centímetros de altura.
Respecto a los productos químicos de estética que se aplican en las uñas, López destaca que son técnicas muy agresivas y que causan sequedad, por eso hace hincapié en que “es conveniente que no se utilicen de manera continuada”.
Según Ernesto López el cuidado de los pies no tiene edad y recomienda visitar al podólogo a partir de los dos años de edad para realizar revisiones y poder diagnosticar con tiempo posibles patologías.