El daltonismo es una enfermedad hereditaria que afecta mayoritariamente a los hombres y que genera confusión en la percepción de los ejes de color rojo-verde, que incluye tonos de marrón, y en menor medida, azul-amarillo. Una de cada 10 personas lo padecen en las islas y su diagnóstico es posible gracias a las Cartas de Ishihara, un test que permite distinguir el tipo y el grado de la deficiencia.
El Dr. Roberto Santos, oftalmólogo del Hospital Universitario Hospiten Rambla, ha desestigmatizado la enfermedad y ha reconocido que muchos daltónicos no saben que lo son, “ya que en condiciones idóneas de luz y con buena saturación de color este déficit pasa desapercibido”.
A través de este test, que consiste en una sucesión de cartas de conjuntos de colores con números que no son identificables por un paciente daltónico, se logra tener un diagnóstico de su déficit. En el caso de Canarias la prevalencia es equiparable al resto del país. El daltonismo tiene una afectación en varones de un 10% y oscila en un 0,5% y 0,2% en mujeres.
El especialista de Hospiten explica que se han identificado problemas de señalética o en el entorno digital para las personas que sufren este tipo de déficit en una fase avanzada. En algunos casos también, la incorrecta percepción del color puede condicionar algunas tareas habituales, como distinguir la fruta o verdura fresca en la compra, la combinación de ropa o la conducción.
Por ello, el especialista de Hospiten hace una llamada de atención sobre esta realidad y defiende la creación de nuevos patrones, que incluyan formas o colores distintos, para atender a la realidad de las personas con daltonismo y destacando algunas iniciativas que ya se están llevando a cabo para favorecer su integración.
El daltonismo no se considera una enfermedad limitante, aunque puede condicionar el desempeño de actividades laborales que exijan una correcta percepción de los colores.