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El efecto Navidad: ¿por qué estas fechas nos afectan?

Publicado el 19-12-2023

Como cada año, vuelven las Navidades, una gran festividad celebrada por una gran mayoría de personas en el mundo y unas fechas tan esperadas por algunos como temidas y rechazadas por otros. En España, la Navidad comienza oficialmente el día 24 de diciembre y finaliza el Día de Reyes. Por lo tanto, objetivamente, la Navidad suele durar entre 14 y 20 días. A lo largo de este artículo, voy a responder a una serie de preguntas relacionadas con estas fiestas.

 

Teniendo en cuenta que la Navidad tiene una duración oficial de un par de semanas aproximadamente ¿es este tiempo una realidad? ¿O es mucho más largo?

A pesar de que la Navidad comienza oficialmente el día 24 de diciembre, parece ser que cada año se adelanta más la promoción de estas fiestas. Un ejemplo sería el de la inauguración del alumbrado navideño en algunas ciudades a finales de noviembre. Además, debido a que los precios se han visto incrementados, cada vez se planifican con más antelación los regalos de reyes, para poder aprovechar ofertas (“black Friday”) y de esta manera, ahorrar en el bolsillo del consumidor. Por lo tanto, podemos decir que la duración de la Navidad también se está viendo incrementada.

 

¿Cómo nos afecta emocionalmente la llegada de las Navidades?

Desde pequeños, siendo optimistas, en la gran mayoría de hogares hemos aprendido que las Navidades son fechas donde abundan emociones y sentimientos positivos como: alegría, entusiasmo, sorpresa (ante inesperados regalos o reencuentros), admiración, satisfacción, amor, esperanza... Habrá personas que sigan en su adultez siendo muy entusiastas con la Navidad y lo viven con la misma ilusión como si todavía fueran niños. Esto es maravilloso porque podemos decir que la Navidad para estas personas es un factor de protección en toda regla. Su estado anímico se verá incrementado y muy posiblemente su autoestima, porque cuando nuestro estado anímico es alto, tendemos a valorarnos más positivamente.

Por otro lado, existen personas que, debido a circunstancias desafortunadas (desacuerdos familiares, pérdidas de seres queridos, inestabilidad económica...), desgraciadamente conciben la Navidad como algo negativo, días donde se experimenta malestar emocional, siendo protagonistas emociones negativas como: tristeza, melancolía, ira, frustración, miedo...

Independientemente de ambos casos, cuando llega la Navidad o fechas próximas, tendemos a experimentar ansiedad.

¿Por qué?

En el primer caso, si hablamos de una persona entusiasta de la Navidad, tenderá a pensar “tengo que ir a comprar los regalos que siempre se me echa el tiempo encima”, “¿y si no gustan los regalo que he comprado?” o “tengo que ir a comprar ya las cosas del 24 porque luego los precios suben”.

En el segundo caso, si hablamos de una persona que casi todos los años vive una complicada cena familiar, tenderá a pensar “¿y si mi tío me pregunta por el trabajo cuando ahora mismo no me va bien?”, “quizá como todos los años, acabemos todos peleados” o “¿y si no bajo a cenar y así evito que me pregunten algo?”.

En conclusión, todos estos pensamientos anticipatorios pueden aparecer debido a la ansiedad que podemos desarrollar en estas fechas. Por eso, es importante saber gestionar la ansiedad desde la parte más cognitiva (nuestros pensamientos). 

 

¿Son las Navidades una buena oportunidad para promover la cohesión familiar? 

Como he puntualizado en el apartado anterior, siendo optimistas, podemos afirmar que sí son buenas fechas para reunir a la unidad familiar y al resto de familiares o seres queridos externos a ella. Actualmente, vivimos inmersos en nuestras obligaciones y no dedicamos tiempo de calidad a nosotros mismos. En ocasiones, esto también pasa con nuestros seres queridos, descuidamos los lazos afectivos por falta de tiempo u organización. 

Sin embargo, en ocasiones estas reuniones son complejas porque existen problemas en la relación interfamiliar. ¿Qué es la relación interfamiliar? Es la capacidad entre los miembros de una familia para comunicarse y expresarse de una forma adecuada.

¿Qué tipos de problemas pueden aparecer en las reuniones navideñas?

  • Disputas o desacuerdos entre familiares. En ocasiones, en las cenas de Navidad se pueden generar temas de conversación controvertidos que pueden desembocar en un gran conflicto.
  • Falta de comunicación. También se puede dar una actitud pasiva o de poca implicación por parte de algunos familiares en la reunión. Por ejemplo, esta falta de comunicación se suele dar cuando la persona se encuentra inmersa con su dispositivo móvil.
  • Ausencia o evitación de la reunión navideña. Respecto a este último aspecto, las personas que no se presentan en una reunión navideña suele ser por dos motivos. En primer lugar, no existe una buena relación y en segundo lugar, porque el propio acto navideño genera altos niveles de ansiedad al tener que implicarse en un evento tan íntimo, donde abunda la incomodidad por ciertos temas de conversación y expresiones afectivas propias de estas fechas.

Es aconsejable evitar en las reuniones familiares temas que puedan llevar a desacuerdos y que, por ende, puedan conllevar un gran conflicto. También es aconsejable evitar los dispositivos móviles en este tipo de reuniones, porque dificultan la atención y la comunicación con los demás.

En cuanto a la evitación de estas reuniones, este punto es complejo. En algunos casos, la evitación puede conllevar a un alivio a corto plazo, pero a largo plazo el problema se ve reforzado porque la evitación no conlleva a mejorar los lazos afectivos familiares, sino todo lo contrario. Si la relación entre familiares solo perjudica a la persona y este acercamiento conlleva numerosos costes a nivel psicológico, podemos afirmar que este límite establecido es adecuado. 

 

¿Qué ocurre con las personas mayores en estas fiestas?

No sé si habrás visto el anuncio navideño de Suchard. En este spot podemos ver a una pareja de personas mayores que se preguntan si durante sus vidas han realizado las cosas bien. A lo largo del anuncio, se muestran diferentes experiencias acontecidas en su matrimonio (mudarse a una nueva casa, la llegada de su primer hijo y una mascota, la adolescencia de sus hijos, sus parejas y el reciente nacimiento de sus nietos). Finalmente, se muestra al matrimonio mayor junto con sus hijos, parejas y nietos, celebrando un año más la Navidad y afirmando orgullosos que sí han actuado a lo largo de su vida de forma correcta debido a la unión familiar que podemos apreciar. Según el medio digital PuroMarketing, ha sido el anuncio español de Navidad más visto de la historia en redes sociales.

Sería fabuloso que todas las personas mayores pudieran reunirse con los suyos de la manera que muestra Suchard en su anuncio navideño. Sin embargo, la realidad es muy diferente.

La soledad se vincula al aumento del riesgo de morir prematuramente. Puede verse incrementado con la adopción de malos hábitos (tabaquismo, obesidad e inactividad física), riesgo de desarrollar demencia, enfermedades cardiovasculares, depresión, ansiedad o incluso suicidio.

 

¿Qué es lo que necesitan las personas mayores?

Necesitan atención y afecto de calidad (escucharles, sacarles tema de conversación, abrazarlos, mimarlos…). Es fundamental tener en cuenta que este tipo de acciones no solo se llevan a cabo en Navidad, sino durante todo el año pero también es importante dar visibilidad a las necesidades de las personas más vulnerables en estas fechas, porque estos festivos pueden parecer a ojos de la mayoría de personas motivo de alegría, pero para otros motivo de desesperanza.

 

Carolina Aguilar

Psicóloga General Sanitaria (Hospiten Estepona y Algeciras)

Experta en Inteligencia Emocional