En niños, el uso de pantallas una hora antes de dormir interfiere con la secreción de melatonina, necesaria para la inducción del sueño.
También hay relación demostrada entre el uso de dispositivos electrónicos y obesidad.
Los dispositivos móviles son una realidad en nuestras vidas y es un hecho que los más pequeños conviven con las nuevas tecnologías. Para la jefa de Pediatría de Hospiten Estepona, la Dra. Gloria Colli: “Los niños están rodeados de pantallas y el acceso a las nuevas tecnologías es más fácil que nunca. Los padres tenemos la obligación de acompañarlos para que supongan una oportunidad de aprender o divertirse y no un riesgo para su salud o su seguridad”.
Desde la Organización Mundial de la Salud se especifica que el exceso de tiempo dedicado a los dispositivos electrónicos se asocia a una disminución de la actividad física y hay un riesgo real de adicción a las nuevas tecnologías, que es cada vez más frecuente en niños mayores y adolescentes.
Por su parte, la pediatra Colli recuerda unas pautas que recoge la Asociación Americana de Pediatría donde se desglosan unas recomendaciones para que los padres tengan en cuenta:
Los niños menores de un año no necesitan pasar ningún tiempo ante una pantalla. A esta edad los niños necesitan interactuar con gente que los mire a la cara, les hable, les haga monerías. Son estímulos imprescindibles para el desarrollo cerebral y no se puede sustituir por una imagen en la pantalla, por muy interesante, colorida y divertida que sea.
En menores de 18 meses se debería evitar el uso de estos dispositivos, excepto quizás para las videoconferencias, dadas las circunstancias de la vida actual y las dificultades de conciliación con las que nos encontramos frecuentemente.
Entre los 18 y los 24 meses se podría introducir algún medio digital de alta calidad, pero siempre en compañía de alguno de los padres. A esta edad en realidad no necesitan pasar ningún tiempo con pantallas, se trata de una opción de juego e interacción como otra.
Entre los 2 y los 5 años el uso de dispositivos con pantalla se debería limitar a un máximo de una hora al día y siempre con la participación de los padres.
En niños mayores de 5 años se recomienda continuar con un tiempo limitado de uso para que se pueda asegurar un tiempo suficiente de sueño, actividad física y relaciones sociales.
