El liquen escleroso vulvar es una afección crónica que afecta la piel de la vulva, causando síntomas como picor intenso, ardor, dolor durante las relaciones sexuales y cambios en la anatomía vulvar. Tradicionalmente, se ha tratado con corticosteroides tópicos de alta potencia, como el clobetasol, y en segunda línea, con inhibidores de la calcineurina, como el tacrólimus. Sin embargo, en muchos casos, estos tratamientos resultan ineficaces o pierden efectividad con el tiempo.