Ante la presencia de episodios de calima, cada vez más frecuentes, se recomienda a la población tomar una serie de precauciones para evitar la exposición prolongada al polvo en suspensión.
Se realiza para diagnosticar algunas enfermedades como el asma o la EPOC, así como para el seguimiento de la evolución de muchas enfermedades respiratorias (fibrosis pulmonar, restricción pulmonar, COVID19, etc.).