Tras el diagnóstico, la familia de un niño diabético es consciente de la importancia de la dieta en su tratamiento. No significa que el niño con diabetes deba seguir una dieta monótona, poco atractiva y diferente del resto de la familia, ya que el control de los carbohidratos puede hacerse con toda clase de menús.
Hoy en día se utilizan los llamados sensores, que hacen lecturas continuas de glucemia y pueden transmitir los resultados a teléfonos móviles, internet y a las bombas de insulina. Esto último hace posible un sueño largamente esperado, que consiste en que la bomba inyecte de forma autónoma la insulina necesaria en función de la glucemia que el paciente tiene en ese momento.
Según la duración del embarazo, el feto debe alcanzar un crecimiento determinado. Aunque hay variaciones según la raza, el sexo y las circunstancias ambientales, los recién nacidos que no alcanzan el mínimo de peso o de longitud esperados se consideran pequeños para la edad gestacional, y entran en una categoría de riesgo.