Está demostrado que cuidar nuestra alimentación repercute directamente en nuestra calidad de vida, y si somos capaces de lograr un equilibrio entre la cantidad y la calidad de lo que comemos, reduciremos en gran medida las posibilidades de padecer diversas enfermedades.
La obesidad está considerada una enfermedad crónica multifactorial, caracterizada por un exceso de tejido adiposo (grasa), lo que conlleva un aumento del peso corporal y un aumento de riesgo de sufrir diversas patologías